Los mandos militares de EEUU en Irak reaccionaron ayer con contundencia al elevado número de bajas estadounidenses y al incremento de las acciones insurgentes registrados en los últimos días. Aviones de combate lanzaron varios ataques aéreos contra las ciudades de Faluya y Tal Afar, feudos de la resistencia, mientras varios tanques de combate estadounidenses irrumpieron en Samarra con el objetivo de devolver el control de la localidad a los representantes del Gobierno iraquí. Las operaciones militares causaron, al menos, 52 muertos y 80 heridos, todos iraquís. El primer ministro iraquí, Iyad Alaui, anunció la captura de cuatro "importantes" miembros (extranjeros) de Al Qaeda en el país.

La ciudad de Faluya sufrió por tercer día consecutivo los bombardeos de la aviación de EEUU. El ataque empezó de madrugada y acabó con la vida de, al menos, 12 personas, entre ellas 5 niños y 2 mujeres, según aseguraron fuentes hospitalarias iraquís. Uno de los misiles cayó en una vivienda mientras sus ocupantes, todos ellos civiles, estaban durmiendo.

CONTRA SEGUIDORES DE ZARQAUI De acuerdo con el Ejército estadounidense, el ataque en Faluya iba dirigido contra un edificio donde supuestamente se refugiaban tres seguidores del jordano Abú Musab al Zarqaui, jefe de Al Qaeda en Irak.

El otro objetivo de los aviones fue la ciudad de Tal Afar, situada a tan sólo 75 kilómetros de la frontera con Siria. Esta localidad, según EEUU, es lugar de paso de armas y combatientes extranjeros que entran en Irak procedentes del país vecino para unirse a los insurgentes iraquís. El bombardeo se prolongó unas siete horas y terminó con 40 personas muertas y 80 heridas.

El jefe de los servicios médicos de la provincia de Neneveh, Rabie Yasin, acusó a EEUU de impedir el paso de las ambulancias. Según un portavoz militar de EEUU, el bombardeo contra Tal Afar, también bajo dominio rebelde, tenía por objeto frenar los continuos ataques de los insurgentes en la zona y "restaurar el control del legítimo Gobierno iraquí en la región".

AMENAZAS KURDAS Entretanto, el jefe del Partido Democrático del Kurdistán, Masud Barzani, dijo que los kurdos defenderán "la identidad kurda" de Kirkuk con las armas, si hace falta. "Kirkuk está en el corazón del Kurdistán, y estamos dispuestos a hacer una guerra para preservar su identidad", afirmó.