La cúpula militar de EEUU estaba al tanto de las torturas a iraquís detenidos por fuerzas de élite estadounidenses y la CIA en Irak antes de que las vergonzosas fotos de los abusos a que fueron sometidos los presos de la prisión bagdadí de Abú Graib colocaran a la Administración de George Bush en la picota internacional. En diciembre del 2003, un mes antes de que investigadores del Ejército recibieran las fotos de esa cárcel, un informe confidencial advirtió a los generales de EEUU en Irak sobre los métodos "técnicamente" ilegales que usaban la CIA y las fuerzas especiales con sus detenidos, reveló ayer The Washington Post.

El informe, en poder del diario, fue realizado por el coronel en la reserva y veterano de Vietnam Stuart Herrington, tras la visita que realizó a Irak a comienzos de diciembre del 2003. Herrington denunció las torturas a detenidos en centros secretos de interrogatorio repartidos por Irak perpetradas por la fuerza especial 121, una amalgama de diversos cuerpos de élite cuya principal misión era buscar las supuestas armas de destrucción masiva de Sadam Husein. Este grupo coordinó sus operaciones con las de la CIA.

"Los capturados por la fuerza especial 121 sufren heridas que, según el personal médico, son signos de haber sido apaleados", dijo Herrington en su informe, en el que concluía que "es necesario refrenar a la fuerza especial 121 en lo que respecta a su tratamiento de detenidos".

DETENIDOS MUERTOS Esta fuerza --que reemplazó a otra similar aunque más grande llamada fuerza especial 20-- incluía elementos de los Navy Seals (comandos de élite de la marina), algunos de cuyos miembros están acusados de torturas relacionadas con la muerte de dos detenidos iraquís. El coronel hizo llegar su informe a la cúpula militar de EEUU en Irak. Los generales remitieron estas denuncias al Mando Central de EEUU que se ocupa de Oriente Próximo.

Herrington incluyó en su informe la práctica de la CIA de mantener "detenidos fantasma", es decir presos a quienes no se declaraba como tales para mantenerlos al margen del escrutinio de las ONG. Por otra parte, el Pentágono informó de que aumentará en 12.000 el número de soldados en Irak, con lo que el contingente de EEUU será de casi 150.000 militares.