Irak parece dirigirse de nuevo hacia una guerra total. Ayer, las fuerzas estadounidenses trataban de aplastar las últimas bolsas de resistencia en Faluya, donde familias enteras llevan 10 días encerradas en sus casas sin agua ni luz, mientras los bombardeos intensos se desplazaron hacia Baquba, escenario de violentos combates que provocaron al menos 20 muertos. En Mosul, las fuerzas estadounidenses e iraquís recuperaban el terreno perdido en días anteriores.

El Ejército estadounidense bombardeó por tierra y por aire posiciones insurgentes en Baquba, a 65 kilómetros al norte de la capital y otro de los bastiones sunís de Irak. Al menos 20 rebeldes murieron y 4 soldados estadounidenses resultaron heridos, según fuentes de EEUU. En Baquba habría entre 80 y 100 rebeldes, según fuentes norteamericanas. En Mosul, a 400 kilómetros al norte de Bagdad, soldados estadounidenses y de la Guardia Nacional recuperaron el control de la mayoría de los barrios de la ciudad y buena parte de las comisarías tomadas el jueves por insurgentes, aunque algunos distritos del lado occidental del río Tigris permanecían aún en poder de grupos armados. En los enfrentamientos del domingo murieron 7 policías y 30 rebeldes.

CASA POR CASA En la devastada Faluya, soldados estadounidenses reconocían que aún quedan insurgentes, sobre todo en los barrios del sur de la ciudad, y la búsqueda se hacía casa por casa. Tras siete días de ofensiva, en la que han muerto al menos 39 militares de Estados Unidos, 6 agentes de la Guardia Nacional iraquí y más de 1.200 rebeldes, buena parte de la ciudad está en ruinas.

Según la Media Luna Roja, la situación es "catastrófica" y decenas de familias están atrapadas en sus casas, sin agua ni electricidad desde hace 10 días. Un convoy de la organización que pretendía entrar alimentos y medicinas en el Hospital de Faluya dio media vuelta ayer después de permanecer tres días bloqueado por las fuerzas estadounidenses, informa Reuters.

Se desconoce el número de civiles que han perecido en la ofensiva. El primer ministro iraquí, Iyad Alaui, subrayó que no cree que haya bajas civiles pero los relatos de testigos contradicen este optimismo. Así, un miembro de un comité de ayuda iraquí subrayó que vio 22 cadáveres enterrados entre los escombros en el distrito de Jolan, de los cuales al menos dos eran de menores de 15 años. Otros cuatro niños murieron ayer en el sur de Bagdad por el impacto de cuatro obuses de mortero, que causaron también dos víctimas más.

HUNGRIA SE VA Mientras, el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, Richard Myers, estuvo en Irak para reunirse con comandantes de la fuerza multinacional y visitar a las tropas. Myers se entrevistó también con Iyad Alaui en un momento en el que la coalición multinacional sufrió un nuevo revés con el anuncio de que Hungría retirará a sus 300 soldados antes de fin de año.

Por otra parte, sigue cautivo un primo del premier iraquí, después de que dos mujeres de la familia de Alaui, secuestradas la semana pasada, fueran liberadas el domingo. Y el hombre de Al Qaeda en Irak, Abú Musab al Zarqaui, volvió a amenazar a EEUU a través de una web.