Las especulaciones del día anterior acerca de una posible tregua entre los milicianos radicales shiís y las tropas estadounidenses saltaron definitivamente en mil pedazos. Una fuerza combinada de soldados estadounidenses y efectivos antiterroristas iraquís llevó a cabo ayer una vasta operación armada contra milicianos del Ejército del Mehdi en una importante mezquita de Kufa, mientras que en Nayaf se registraron intensos enfrentamientos durante la noche. Al terminar la jornada, al menos 34 personas, entre ellos varios civiles iraquís, habían fallecido en ambas localidades, según fuentes militares.

Aprovechando la noche, las fuerzas de la coalición lanzaron una redada en la mezquita Sahla, donde aseguran que los radicales almacenaban armas y donde resultaron muertos una veintena de combatientes, según los portavoces militares de EEUU. Un enviado especial de la agencia Reuters pudo comprobar cómo la puerta había sido derribada por un tanque estadounidense.

LUGARES SANTOS Intentando subrayar que sus tropas no habían violado su promesa de no irrumpir en los lugares santos, el comandante de las fuerzas norteamericanas en Nayaf, el general Martin Dempsey, subrayó que sus soldados no habían penetrado en el interior de la mezquita y que había sido una "fuerza antiterrorista iraquí" la que había entrado en el interior del recinto. "No tenemos ninguna intención de penetrar en los lugares santos", subrayó.

La cadena CNN ofreció imágenes exclusivas del asalto contra la mezquita Sahla, en las que se podía ver los blindados circulando de noche por Kufa y una concentración de decenas de prisioneros. Fuentes militares citadas por la cadena norteamericana insistieron en que se trataba de una "demostración de fuerza" contra las milicias radicales shiís, pero que de momento no tenían intención de arrestar al joven clérigo rebelde Moktada al Sadr, que va a Kufa cada viernes a dar el sermón.

Todo ello, además, sucede cuando el entorno de Sadr ofreció a los norteamericanos su retirada de las dos ciudades santas de Nayaf y Kerbala a cambio de que los estadounidenses hicieran lo propio y ofrecieran garantías de que no regresarían. El pulso entre Sadr y las tropas estadounidenses comenzó tras el arresto de uno de sus ayudantes y la activación de una orden de busca y captura contra él por su supuesta vinculación con la muerte de un rival.

ATAQUES AEREOS Paralelamente, en Nayaf, tuvieron lugar intensos bombardeos aéreos y de artillería, que provocaron al menos 14 muertos. El fuego cruzado de milicianos y fuerzas de EEUU afectó amplias zonas del cementerio sagrado shií, donde los musulmanes de confesión shií de todo el mundo aspiran a ser enterrados. El camposanto está junto a la vista del mausoleo del imán Alí, esposo de la hija de Mahoma.

Mientras en el sur una tregua sigue mostrándose esquiva, nuevos episodios de violencia estallaron en Faluya, el principal foco de la rebelión suní, tras el largo asedio que concluyó el 30 de abril con la llegada de una brigada iraquí para poner orden en la ciudad. Dos soldados de EEUU murieron en una emboscada con un coche cargado de explosivos que detonó al paso de un convoy militar. La ciudad ha vivido una calma relativa desde finales de abril, mientras se imponía la ley islámica.