EEUU y México abordarán este viernes en Guatemala, aprovechando la visita del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, a este país, la situación de los niños indocumentados procedentes de Centroamérica --mayoritariamente de Guatemala, El Salvador y Honduras-- que cruzan solos la frontera de EEUU tras pasar por suelo mexicano. Este fenómeno, que se ha intensificado las últimas semanas, ha hecho que la pasada madrugada Barack Obama hablara por teléfono con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, sobre cómo solucionar el problema y este decidiera enviar al secretario de Interior, Miguel Ángel Osorio, a este encuentro en el que participarán también los presidentes de Guatemala y de El Salvador, Otto Pérez Molina y Salvador Sánchez Cerén, respectivamente, así como el representante de alto nivel del Gobierno de Honduras, Jorge Ramón Hernández.

El embajador de EEUU en México, Anthony Wayne, ha agradecido la participación de los funcionarios mexicanos en el encuentro dado que muestra el "compromiso compartido por encontrar soluciones regionales". Según datos facilitados por Wayne, del 1 de octubre del 2013 hasta el pasado 15 de junio, las autoridades estadounidenses han detenido a más de 52.000 menores no acompañados que entraron a Estados Unidos sin la documentación requerida. "Esto representa cerca del doble de los que entraron sin compañía de adultos durante todo el año pasado, y los números continúan creciendo", ha destacado el embajador.

Riesgo de crímenes y abusos

El diplomático ha señalado que estos menores son los emigrantes más vulnerables, dado que afrontan un viaje cada vez más peligroso en su camino al norte. "La cuota humana, en muertos, heridos y experiencias traumáticas, que incluyen el abuso sexual, es inmensa y de un impacto profundo", ha apuntado Wayne. "Debido al impacto humanitario y a que muchas de las redes de traficantes están involucradas con organizaciones del crimen trasnacional, este problema es un importante reto para nuestros dos países (EEUU y México)", ha añadido.

La Casa Blanca ha destacado que la cumbre es " una buena oportunidad de cooperar con México para encontrar propuestas concretas que vayan a la raíz de la inmigración ilegal que llega de Centroamérica". Obama por su parte ha advertido de que los niños que llegan a Estados Unidos solos corren peligro de ser víctimas de crímenes y abusos y en este sentido ha aplaudido el trabajo de México para convencer a las familias de que no envíen a sus hijos a cruzar la frontera.

Los niños centroamericanos que cruzan solos la frontera hacia Estados Unidos entran en un proceso de deportación una vez son detenidos, pero las autoridades deciden su destino caso por caso. La ley prohíbe al Departamento de Seguridad Nacional deportar a los niños inmigrantes justo después de su llegada a Estados Unidos en caso de que su país de origen no comparta una frontera con el país norteamericano. En este caso, la deportación automática sí puede aplicarse a los menores procedentes de México.