El gobierno estadounidense se mostró hoy "horrorizado" por el bombardeo israelí a una escuela de la agencia para los refugiados palestinos (UNRWA) en la ciudad gazatí de Rafah, en el que murieron al menos 10 civiles, y señaló que Israel "debe hacer más para evitar muertes civiles".

En un comunicado, la portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki calificó el ataque de "desgraciado" y subrayó que "las coordenadas de la escuela habían sido comunicadas de manera repetida" al ejército de Israel.

"Reiteramos una vez más que Israel debe hacer más para cumplir con sus propios estándares y evitar muertes civiles. La sospecha de que militantes (del movimiento islamista palestino Hamás) están operando en las cercanías no justifica ataques que ponen en riesgo las vidas de tantos civiles inocentes", insistió la funcionaria estadounidense.

Por ello, instó a "una completa y pronta investigación de este incidente" y reiteró el llamamiento de Washington a que "las partes tomen todas las precauciones posibles para evitar muertes de civiles y proteger a la población civil".

Según el portavoz de la UNRWA, Chris Gunness, el bombardeo tuvo lugar a las 10.50 hora local y golpeó las inmediaciones de la escuela de la agencia en Rafah, donde se refugian cerca de 3.000 desplazados.

No es la primera vez que un ataque de Israel alcanza edificios de la ONU.

Durante la actual ofensiva militar, proyectiles del Ejército israelí han caído al menos otras cinco ocasiones distintos complejos de la ONU, en varios casos ocasionando numerosas víctimas mortales.

La ofensiva militar israelí "Margen Protector", que se inició el 8 de julio en Gaza, deja hasta el momento 1.766 fallecidos y 9.500 heridos, en su mayoría civiles, informó hoy el Ministerio de Sanidad en la Franja.

Por su parte, 66 israelíes, la mayoría militares, han fallecido en los enfrentamientos.