El Gobierno estadounidense sólo ha gastado un 2% de los 18.400 millones de dólares (12.200 millones de euros) del paquete de ayuda destinado a financiar la reconstrucción de Irak, aprobado el pasado mes de octubre por el Congreso a petición del presidente George Bush, según un informe divulgado por la oficina presupuestaria de la Casa Blanca. De los 2.300 proyectos de reconstrucción que se debían realizar con la ayuda estadounidense, menos de 140 se han ejecutado. Los propios iraquís han asumido la mayor parte del gasto de la reconstrucción.

En octubre del año pasado, Bush pidió al Congreso una inyección rápida de dinero para financiar la reconstrucción de Irak. El Congreso desbloqueó entonces la cantidad de 18.400 millones de dólares a gestionar por una entidad llamada Oficina de Gestión de Proyectos (PMO), y que se suponía iban a servir para garantizar la seguridad y reconstruir las infraestructuras. Transcurridos ocho meses desde entonces, y 14 desde que acabó la guerra, los iraquís siguen sufriendo la violencia despiadada, larguísimos cortes de luz y un alto índice de desempleo. Ni un céntimo se ha gastado en sanidad o saneamiento de aguas, dos de las necesidades acuciantes de los iraquís.

De los 18.400 millones de dólares autorizados, sólo se llevan gastados 366 millones. De ellos, nueve han servido para cubrir gastos burocráticos. De los 3.200 millones de dólares presupuestados para seguridad, sólo se llevan gastados 194 millones.

Otro de los objetivos era reducir el paro, que es del 30%. Los 250.000 puestos de trabajo que EEUU prometió crear hasta la fecha se han quedado en tan sólo 15.000.