Las autoridades de EEUU intentaron ayer de nuevo extender la alarma ante un posible ataque terrorista en el país. Apoyándose en lo que calificó como informaciones "creíbles de los servicios de espionaje provenientes de múltiples fuentes", el secretario de Justicia, John Ashcroft, reveló el temor de que Al Qaeda perpetre un atentado como el del 11-M de Madrid en vísperas de las elecciones a la Casa Blanca de noviembre.

"Osama bin Laden y Al Qaeda consideraron que los atentados de Madrid supusieron un avance para su causa. Al Qaeda podría pensar que un ataque a gran escala en EEUU este verano o este otoño tendría consecuencias similares", dijo Ashcroft, en referencia implícita al cambio de Gobierno en España.

"Al Qaeda tiene intenciones específicas de golpear duramente EEUU en los próximos meses", insistió en otro momento de la rueda de prensa. Como ya es habitual siempre que hacen anuncios como éste, Ashcroft no concretó ni cuántas ni cuáles eran esas fuentes. Tampoco citó potenciales objetivos más allá de acontecimientos como la fiesta nacional del 4 de julio, la reunión del G-8 en el estado de Georgia, las convenciones demócrata y republicana o las elecciones, actos que el director del FBI, Robert Mueller, identificó como "poderosos símbolos de la sociedad libre y democrática".

Pese al contundente tono de advertencia, las autoridades mantienen el nivel de alerta en amarillo (alto). La única excepción es Nueva York, donde siempre está en naranja (elevado). Así, la alarma parecía más alarmismo y la alerta se enmarcaba más en lo que el director del FBI, Robert Mueller, dijo que necesita la población: "Recordatorios" del peligro.

Ashcroft citó las "múltiples fuentes" de espionaje, pero recurrió a los "propios comunicados públicos" de los terroristas, en los que éstos han asegurado estar "casi preparados" para acometer un ataque. Y citó uno, realizado al empezar el año, en el que un supuesto terrorista aseguraba que tenían preparado el 70% de un ataque. También aludió a un vídeo posterior al 11-M en el que los terroristas elevaron el nivel al 90%.

El secretario de Justicia explicó posibles patrones de cambio en "la cara de Al Qaeda", que puede estar reclutando a jóvenes de 30 años que pueden viajar en familia para intentar pasar desapercibidos.