Estados Unidos intenta edulcorar un informe del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Bertrand Ramcharan, sobre la situación en Irak, según indicaron la pasada madrugada algunos responsables norteamericanos que pidieron mantener el anonimato.

Los citados responsables explicaron que diplomáticos norteamericanos intentan suavizar el tono del informe de las Naciones Unidas, que se espera que sea muy crítico con Washington y con la conducta que las tropas estadounidenses ha tenido en Irak.

De esta forma, los dirigentes de Estados Unidos intentan evitar que se desencadene otra ola de indignación, después del escándalo internacional provocado por las revelaciones sobre las torturas infligidas a los prisioneros iraquís por los militares norteamericanos en la prisión iraquí de Abú Graib.

COMPLICAR LOS ESFUERZOS La versión final de este informe debe ser publicada hoy en Ginebra pero, según las mismas fuentes, Washington teme que, si no se modifica, su publicación, pueda complicar los esfuerzos que se llevan a cabo para que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte el nuevo proyecto de resolución presentado por EEUU y Gran Bretaña.

"Hemos detectado, en el borrador del informe, algunos términos marcadamente antinorteamericanos, que fueron redactados antes de que pudiéramos suministrar nuestras propias informaciones", explicó uno de los citados responsables estadounidenses. "Desearíamos un enfoque más equilibrado", añadió.

Un portavoz de la ONU indicó el pasado martes que la publicación del informe, inicialmente prevista para el pasado 31 de mayo, fue aplazada hasta hoy viernes porque el Pentágono estadounidense y la Autoridad Provisional de la Coalición (APC) iraquí habían pedido más tiempo para hacerles llegar sus puntos de vista.

El mismo portavoz de la ONU negó que el texto pueda ser modificado, pero señaló que los puntos de vista de la coalición serán "insertados" en la versión final del documento.