Diez palestinos, entre ellos una niña de 11 años, perdieron ayer la vida, y otros 29 resultaron heridos, en sendos ataques del Ejército israelí en las ciudades cisjordanas de Naplusa y Yenín. Se trata de la jornada más sangrienta ocurrida en Cisjordania desde abril del 2002.

La niña, Miram Nahla, falleció cuando regresaba de su escuela y se vio envuelta en una manifestación. Miram recibió un impacto de bala en la cabeza en el momento en que el Ejército israelí reprimía con gases lacrimógenos y balas de caucho a los manifestantes, que protestaban por otro episodio de violencia ocurrido horas antes cerca de la ciudad vieja de Naplusa.

Allí, una veintena de todoterrenos y vehículos blindados habían penetrado en el casco urbano antes de despuntar el alba y se posicionaron al oeste de la ciudad vieja. Agentes israelís de una unidad de élite cercaron el edificio donde cinco activistas palestinos se habían refugiado, quienes resistieron durante horas el asedio hasta ser abatidos. Al menos cuatro de ellos pertenecían a las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. Poco después, en Yenín, otro de los bastiones de las milicias radicales palestinas, el Ejército israelí mató a cuatro palestinos. Uno de ellos, Fadi Zakarne era responsable de las Brigadas en la zona, otro trabajaba como agente de policía y los dos últimos eran civiles.

APOYO DE HELICOPTEROS Según fuentes militares, las tropas israelís abrieron fuego contra un café, en una acción apoyada desde el aire por helicópteros y culminada por agentes mistabarim , que actúan disfrazados de árabes.

La versión oficial israelí difiere de la proporcionada por fuentes palestinas, quienes señalaron que la agresión se produjo contra un local en la zona industrial e hirió además a otras seis personas. La Autoridad Nacional Palestina condenó estos ataques, que no contribuyen a extender la calma. Estas acciones añaden nuevas dosis de pesimismo a un conflicto cada vez más enquistado. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, admite ya sin reparos que Israel "no está aplicando la Hoja de ruta " y que podría ocupar Cisjordania durante largo tiempo, incluso tras un presumible repliegue de Gaza.

Con motivo del año nuevo judío, los territorios ocupados están sellados a cal y canto.