El secuestro de cuatro vigilantes privados italianos en Irak y el asesinato de uno de ellos, Fabrizio Quattrocchi, el pasado abril, ha desvelado la existencia de una inquietante red de sociedades especializadas en seguridad, con frecuencia contratadas por organismos estatales o paraestatales. Son auténticos ejércitos privados que, a menudo, sustituyen a los oficiales o trabajan junto a ellos. También ejercen de escoltas para civiles con diversas ocupaciones en Irak.

De los casi 30.000 guardias soldados privados pertenecientes a las 60 sociedades que actualmente operan en el país, un centenar son italianos. En total, los guardias soldados facturan aproximadamente 100.000 millones de euros (16,64 billones de pesetas) anuales.

La prensa italiana se pregunta qué hacían en Irak los cuatro secuestrados. Algunos medios los definen como "mercenarios", calificativo rechazado por los familiares y las empresas en las que trabajaban. El Gobierno guarda silencio y, en general, a los secuestrados se les llama "cooperantes de seguridad".

La magistratura de Génova, ciudad del rehén asesinado, ha abierto un sumario por homicidio, secuestro y asociación para delinquir con fin terrorista. Parece que están bajo investigación un exparacaidista que reclutó al asesinado Quattrocchi y un guardaespaldas genovés que actuó como intermediario.

Desminado de terrenos

El exparacaidista del Ejército italiano fue uno de los responsables italianos de Intersos, una ONG especializada en el desminado de terrenos. La investigación judicial se centra en la sociedad Ibsa, que parece ser una filial italiana de la norteamericana Ibssa, con sucursal en Bagdad. Ibssa Internacional está presente en varios países y está relacionada con la norteamericana DTC Security Llc, que también opera en Irak. El contrato de los cuatro secuestrados había sido firmado por esta última empresa, cuya sede está en Lake Tahoe (California).

EEUU destinará este año unos 25.000 millones de dólares a los militares privados, un sistema que utilizan otros países y las Naciones Unidas. Este tipo de ejércitos suelen ser más baratos que los oficiales y, a veces, más eficaces.