Un tribunal de la ONU en La Haya elevó ayer a cadena perpetua la pena impuesta al líder serbobosnio Radovan Karadzic por su responsabilidad en el genocidio de Srebrenica en 1995 durante la guerra de Bosnia. El tribunal, en trámite de apelación, consideró que la condena inicial de 40 años de cárcel es demasiado suave dada la gravedad de los crímenes cometidos.

En el 2016, Karadzic fue condenado a 40 años de cárcel por el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY), pero tanto la fiscalía como sus abogados apelaron la sentencia en primera instancia. «Karadzic ofreció una interpretación alternativa de los hechos, pero erró a la hora de demostrar fallos del tribunal de primera instancia», dijo el juez presidente.

Los magistrados confirmaron la culpabilidad de Karadzic por el genocidio de Srebrenica, cinco crímenes de lesa humanidad -persecución, exterminio, asesinato, deportación y actos inhumanos- y cuatro crímenes de guerra -asesinato, terror, ataques ilegales a civiles y toma de rehenes-. La sentencia considera que la fiscalía no fue capaz de probar un cargo adicional de genocidio por los asesinatos en algunos municipios de Bosnia-Herzegovina, pero consideró que la sentencia en primera instancia de 40 años de cárcel «no era razonable» debido a la gravedad de los crímenes.

El veredicto fue recibido con alegría por algunos familiares de víctimas. Karadzic se mostró inmutable en todo momento.