La llamada paz fría entre Egipto e Israel seguirá vigente. El Gobierno de El Cairo, uno de los pocos árabes que mantiene relaciones diplomáticas con Israel, vinculó ayer el regreso de su embajador a Tel-Aviv a futuros avances en el proceso de paz entre árabes e israelís. Así lo aseguró ayer el portavoz de la presidencia egipcia, Magued Abdelfatah, tras la reunión entre el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.

"La vuelta de nuestro embajador a Tel-Aviv dependerá de los avances en el proceso de pacificación", confirmó Abdelfatah. No obstante, el intercambio de presos es un paso importante en la mejora de las relaciones entre Egipto e Israel. La paz fría que había caracterizado las relaciones entre los Gobiernos de El Cairo y Tel-Aviv desde la firma en el año 1979 de los acuerdos de Camp David, se deterioró dos décadas más tarde con el inicio de la segunda Intifada y la llegada al poder de Ariel Sharon.

ISRAEL SIGUE EN EL CAIRO El proceso de paz con los palestinos fue perdiendo fuerza y con él los esfuerzos desplegados por el presidente egipcio Hosni Mubarak. Entonces, Egipto decidió de manera unilateral retirar a su embajador en Israel, mientras que el Estado hebreo decidió mantener el suyo en la capital egipcia.