Noche de viernes tensa en Nápoles. La policía se ha enfrentado a cientos de jóvenes que salieron a las calles de la ciudad italiana para protestar contra el toque de queda nocturno decretado en la región de Campania para frenar la nueva ola de coronavirus. Hacia las 23.00 horas, inicio del toque de queda vigente hasta las 05.00, varios centenares de personas, la mayoría jóvenes, han quemado contenedores y lanzado proyectiles contra los agentes antidisturbios en el centro de la ciudad.

Las manifestaciones fueron convocadas en las redes sociales para desafiar el toque de queda impuesto en esta región, al igual que en Latium, región de Roma, y en Lombardía, donde se ubica Milán (norte). "Si lo cierras, lo pagas", se podía leer en las pancartas enarboladas por manifestantes preocupados por las consecuencias económicas del toque de queda.

Al toque de queda se le puede añadir un nuevo confinamiento que el presidente de la región de Nápoles, Vincenzo De Luca, ha anunciado que quiere imponer en cuanto sea posible. "Estamos al borde de la tragedia, se necesita un confinamiento nacional", dijo De Luca en momentos en que Italia ha registrado cerca de 20.000 nuevos casos de covid-19 en las últimas 24 horas, 2.300 de ellos en Campania.

Aunque los científicos y los gobernadores de la región urgen la adopción de medidas, el primer ministro Giuseppe Conte se opone por el momento a un confinamiento generalizado.

Italia, donde el confinamiento de la primavera hundió la economía en su peor recesión desde la segunda guerra mundial, ha registrado 500.000 casos positivos desde el inicio de la pandemia y 37.059 muertos, según datos del ministerio de Salud publidadas el viernes.