Una de las razones alegadas por los duques de Sussex para marcharse del Reino Unido fue el racismo en la prensa británica. El hostigamiento de ciertos diarios ha sido constante desde que Meghan Merkel hizo su aparición en el 2016. Ya aquel año, Rachel Johnson, hermana del actual primer ministro, comentaba en el 'Mail on Sunday' que si los novios tenían hijos "los Windsor van a espesar su aguada, tenue sangre azul y la pálida piel y el pelo naranja de los Spencer, con un rico y exótico ADN". Lo de exótica fue la forma durante un tiempo de aludir a Merkel y su color de piel.

En la entrevista en la CBS, que ya han visto más de 49 millones de personas en el mundo, Enrique habló del “invisible contrato” entre Palacio y la prensa. Una tenebrosa relación que viene de lejos. Los miembros de la realeza, incluido su padre, están aterrados por lo que puedan decir en su contra los tabloides. “Si les invitas a vino y a cenar y das acceso completo a los reporteros, entonces vas tener una prensa más favorable”. La realeza necesita a la prensa, pero, “hay un nivel de control basado en el miedo que existe desde hace generaciones”.

Coste humano

Enrique y Meghan plantaron cara. En octubre del 2019, la duquesa demandó al 'Daily Mail' por publicar una carta privada que envió a su padre, juicio que ha ganado el juicio. El príncipe hizo entonces una declaración contra el comportamiento de la prensa, recordando que “hay un coste humano en toda esa incesante propaganda, especialmente a sabiendas de que es falsa y maliciosa. Aunque hemos seguido poniendo buena cara, no puedo describir lo doloroso que ha sido”. Avisaba de lo mal que lo estaban pasando, algo confirmado ahora. Él ha denunciado a 'The Sun' y el 'Daily Mirror' por pinchazos de su móvil en el pasado.

Marcha atrás

Tras la entrevista el lunes, Ian Murray, director de la Sociedad de Editores, que agrupa a 400 publicaciones nacionales y regionales, reprochó a los Sussex el hacer la acusación de racismo “sin aportar pruebas”, algo “inaceptable”. La prensa británica, añadía, “tiene un orgulloso historial de denuncia del racismo”.

El miércoles la junta directiva dio marcha atrás. La declaración de Murray “no refleja lo que todos sabemos: que hay mucho trabajo por hacer en los medios para mejorar la diversidad y la inclusión”. Las directoras de tres diarios, 'The Guardian', 'Financial Time's y 'HuffPost UK', ya se habían desmarcado antes, reconociendo que, al igual que otras instituciones británicas, la prensa también debe emplearse más a fondo en combatir el racismo.