Una tía mía murió de alzhéimer. Lo fascinante de su enfermedad, lo recuerdo bien, no era tanto la demencia, sino cómo sus circuitos se reconectaban para articular una frase coherente. Charlar con el "cracker canijo descarriado" Jim Goad es una experiencia similar. Su libro 'Manifiesto redneck' (Dirty Works 2017) combina sensatez y locura, a veces en la misma frase. Goad, paladín de los 'rednecks' (paletos, 'white trash', etcétera), es capaz de decir "el clasismo sigue siendo un grano sin rascar en el culo de la nación" (lo cual, pese a la jerga pulp, es cierto), para luego añadir: "Cuando veo a un tío negro con un 'dashiki' [colorida prenda africana] me pregunto cómo se sentiría si me viese andando por la calle vestido de druida" (lo cual, no hace falta decirlo, es una parida).

Goad está cabreado. Su discurso contiene fobia, hipérbole, medias verdades, verdades inapelables, estadísticas sospechosas y "rabia tóxica". El origen de esa rabia es pertinente ("más de 300 años de trabajos de mierda goteando sobre mis espaldas"), pero las formas que adopta (cripto-racismo, anti-igualdad, sexismo) son a menudo indefendibles y siempre turbadoras. Hacía falta una voz que clamase contra el clasismo. Por desgracia, la voz que se ha alzado empieza algunas frases con "esto va a sonar nazi", votó a Donald Trump y está muy zumbado.

Su libro mezcla verdades con hipérbole y bravata. A ratos parece documentado, a ratos suena como un "cínico, escéptico y epiléptico" despotricando contra todo. Quizás sea porque soy de Filadelfia, que es un sitio muy bestia. Somos los mayores gilipollas de Estados Unidos: maliciosos, perversos, con un sentido del humor desagradable. Mi libro es como yo. No soy exactamente del sur, y por eso la gente me disputa lo de haber escrito un libro sobre rednecks. Pero si me pongo al sol mi cuello se quema, y mi padre era fontanero; por cojones debo ser redneck. La mayor división que existe en mi país es entre urbano y rural; es más acusada aún que la que existe entre ricos y pobres.

¿El libro pretende ser tomado en serio, o hay que tomarlo como un perverso bromazo antiprogre? Si vas a hablar de algo, supongo que deberías saber de qué hablas, y sonar como la gente de la que hablas. En el campo de la lógica podría batirme con cualquiera, pero no me toman en serio porque no sueno estirado, académico y burgués. Cuando sucedió lo de la bomba en Oklahoma, se escuchaban las típicas historias de "mi hijo de 8 años me pregunta qué sucedió…", y la respuesta del célebre abogado neoyorquino Kenneth Stern fue "porque odian demasiado". A mí me parece muy infantil culpar al odio; es como culpar al pecado. He escrito un libro sobre esto porque soy esto. Me da igual si me toman en serio o no.

El clasismo prefiere utilizar condescendencia que abuso. Supongo que la intelectualidad académica te trata con estudiado paternalismo. Hillary Clinton intenta culpar a Rusia de lo que sucedió en su campaña del 2016. Pero eso es falso. Hillary perdió porque le habló con paternalismo a la América profunda. Insinuó que eran deplorables y racistas, y fuente de todos los pecados (desde un punto de vista burgués). Un periodista español comparó mi libro a ¿Qué pasa con Kansas?, de Thomas Frank, pero mi libro dice lo contrario que ese. La tesis de Frank era que los sureños votaron contra sus propios intereses: "Esos hillbillies son tan zopencos que ni siquiera saben lo que les conviene, así que yo, desde mi torre de marfil en Manhattan, os voy a decir lo que os conviene". La gente no es tonta: saben cuando les hablan con condescendencia.

Es pro-Trump. ¿Cómo alguien de clase obrera puede votar por un millonario cínico del sector inmobiliario? Voté por Trump porque es un capullo. Me gusta su estilo. En mi página de Wikipedia alguien dice que mi estilo es estridente pero mis opiniones moderadas. Creo que lo mismo le sucede a él. Va de chulo, pero no propone cosas tan extremas. Los políticos solo hablan con otros políticos, banqueros y abogados. Trump se mezcló con los tíos de la hormigonera y los camioneros. No se identificó con ellos, y decididamente no vive como ellos; pero al menos habla como ellos. A la gente le da igual que diga cosas de hez humana; lo único importante es si su programa les beneficia. En enero del 2016 fui a un mitin de Trump. La gran crítica que se le hace es su racismo, pero Trump no mencionó la raza en ningún momento. Habló de que si una compañía de aire acondicionado se iba a trasladar a México, o si nuestros iPhones están hechos en China. Habló de nacionalismo económico. Hillary Clinton, mientras tanto, posaba con un sombrero mexicano junto a unos niños mexicanos que le importan un comino.

"No se trata del color de la piel. Se trata de la clase social" es la mejor tesis de tu obra. Ya no pienso así. Fui naíf al pensar que si no existiese división económica las razas se llevarían de maravilla. He estado en la cárcel y, si algo he comprobado, es que la gente es tribal. Las razas se autosegregan. El multiculturalismo asume que todo el mundo se llevará de perlas. Sigo pensando que las élites manipulan a sectores de la sociedad para que se enfrenten los unos con los otros, pero también pienso que las divisiones existirían igualmente. Por otro lado yo soy sociópata, autista y solitario. No me identifico con los blancos. A la vez sé que mis opciones laborales en cuanto a escritor blanco sureño de clase obrera son limitadas. Vas directo al fondo del autobús, como Rosa Parks. Estoy harto de pedir perdón solo por haber nacido en el sur. Para las élites urbanas, los del sur solo somos el descampado que sobrevuelan al viajar de NY a L.A. Solo se detienen aquí para recordarnos lo tontos y atrasados que somos.

Habla de tribalismo racial. Pero en su libro afirma que los blancos pobres deberían rebelarse contra los blancos ricos. Yo no tengo ningún motivo para sentir hostilidad hacia un tipo negro. Para empezar, desciendo de sirvientes, no de esclavistas. Nos están enfrentando. No nos tiene que gustar la misma música, ni tenemos que comer juntos; solo darnos cuenta de que nos manipulan. Sí, tengo más en común con un negro pobre que con un blanco rico.

Pero colabora con Gavin McInnes, el fundador de Vice, un empresario hipster de derechas que es precisamente un blanco rico. McInnes y yo somos un diagrama de Venn. Nos parecemos en la intersección, nada más. Su padre era un físico, el mío era fontanero. Él está forrado, yo no. Nuestras vidas son distintas. Él cree que hipster no es un insulto. Yo sí lo creo [ríe]. Pero yo no soy de derechas ni de izquierdas. Solo creo que tenemos algo racial implantado en el 'software' cerebral que no puede vencerse tan rápido.

Sigo pensando que es un tema de clase, no de raza. Culpar a la clase me parece demasiado binario. Creo que es una cuestión de clase y raza. La raza es el tema predominante en lo cultural. El multiculturalismo quiere mezclar a todo el mundo a lo loco, pero creo que es antinatural. Esto va a sonar nazi, pero hay instintos de sangre. Se han hecho estudios con bebés de cuatro meses, y prefieren las caras de color similar. Ojalá en 100.000 años no existan esas diferencias. O que las borremos con ingeniería neurológica. Solo digo que ahora existen.

En el pasado también hacíamos sacrificios humanos. Incluso si lo que dice fuera cierto, ¿no habría que trabajar para eliminar ese condicionamiento racial? Yo siempre hablo de proyección de culpa. Ricos blancos culpando a pobres blancos de lo que hicieron ellos, o sus familias, hace 200 años. Hoy en día, los blancos en EEUU son el demonio. Y ese no es el camino. Ninguno de nosotros hizo nada hace 150 años. Yo no fui esclavista en otra vida. Dejemos de echar toda la culpa a un lado. Eso es divisivo, y va a crear aún más fractura social.

Pero también es 'divisivo' el hecho de que, si eres un negro joven que conduce de noche, la policía siempre va a pararte, ¿no? No. Eso es estadística. Los jóvenes varones negros son el 4% de la población norteamericana, y son culpables de un 54% de las muertes violentas. Es la categoría criminal más sobrerepresentada. Los policías conocen estos patrones. Si priorizamos que no realicen el menor acto "racista", acabarán muertos. Ojo: hace dos generaciones los policías eran abiertamente racistas. Pero ya no es así. Los últimos crímenes raciales blancos apestan a intereses políticos. La CNN llamó "blanco" a George Zimmerman, el latino que asesinó a un adolescente negro hace unos años en Florida. Pero Zimmerman era hijo de peruanos. Si llegan a golpearle unos 'skinheads', hubiese sido "hispano". Se crean situaciones raciales que no existen. En algunos casos, es innegable, hay discriminación por clase. Tienes más posibilidades de acabar en la cárcel si consumes crack que si consumes cocaína. Pero, al mismo tiempo... Mira: escribí un artículo sobre bandas de chavales vietnamitas que habían emigrado aquí tras la guerra, y que vivían en condiciones terribles, y en dos años poseían mansiones. Eran vietnamitas. No se les apreciaba mucho aquí, que digamos. Como digo en el 'Manifiesto redneck': "No soy un supremacista blanco. Todo el mundo sabe que los chinorris y los judíos son mejores".

¿Estamos hablando de diferentes coeficientes intelectuales de las razas? Creía que eso era una rama pseudocientífica desacreditada. Se han hecho tests: los asiáticos, judíos e indios son superiores. Los caucásicos están hacia la mitad. Los negros no salen muy bien parados. Pero si dices eso, parece que hayas negado la resurrección de Cristo. Jared Diamond en 'Armas, gérmenes y acero' intentaba explicar por qué las sociedades de Eurasia acabaron subyugando a las demás. Digamos que existen muchos factores. No se trata solo de clase o raza.

Los esclavos que levantaron su país eran tanto blancos como negros. Eso, al menos, sí es verdad. Dos tercios de los blancos que llegaron a las colonias eran esclavos, convictos o campesinos pobres esclavizados. Los ingleses mandaban a sus reos a Australia, pero antes de la independencia los mandaban aquí. Se secuestraba a niños en los barrios pobres de Londres y se les metía en barcos. Un tercio de ellos, igual que sucedía con los esclavos africanos, moría por el camino. Un 94% de los esclavos africanos fueron esclavizados por portugueses o españoles, no por norteamericanos. En el siglo XVI un panfleto cifraba en 10.000 los niños pobres ingleses enviados anualmente a las colonias. Eso hace 100.000 cada 10 años, y el comercio de esclavos duró 200 años. Saque cuentas. Otra cifra que a mucha gente no le gusta escuchar es que en el punto álgido del esclavismo en el sur, un 6% de blancos poseían esclavos. Eso quiere decir que el 94% de soldados de la confederación que lucharon en la guerra jamás poseyeron esclavos. Y sin embargo a sus descendientes se les culpa por la esclavitud. Es una cadena de culpa bíblica sin sentido. Fiscalizar al sur pobre no es casual. Somos los chivos expiatorios.