Tim Murtaugh, director de comunicaciones de la campaña del presidente de los EEUU, Donald Trump, afirmó que reagrupar a los más de 500 niños inmigrantes separados de sus familias "no es tan simple", e indicó que en muchos casos son los padres quienes no quieren que sus hijos sean devueltos a sus países de origen.

"Ha sido la experiencia del DHS (Departamento de Seguridad Nacional) que en muchos casos, los padres no quieren que los niños regresen", declaró Murtaugh a la cadena CNN.

Política criminal

El martes pasado, un grupo de abogados designado por un tribunal federal para reunir a pequeños inmigrantes con sus familias, admitió que no ha podido localizar a los padres de 545 niños separados a la fuerza de sus parientes indocumentadas entre 2017 y 2018.

El tema saltó al escenario del debate que sostuvieron la noche del jueves Trump y el aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, quien tachó de "criminal" la política de separación de familias migrantes de la actual Administración.

Trump alegó que su Gobierno "trata muy bien" a los 545 niños cuyos padres todavía no ha localizado, después de que se pusiera fin a la política de "tolerancia cero".

Al amparo de esa iniciativa, impulsada en mayo de 2018 por el entonces fiscal general Jeff Sessions, más de 2.800 menores fueron separados de sus padres, hasta que el juez federal Dana Sabraw ordenó reagrupar a los pequeños con su familia.

Justificaciones confusas

En ese momento, no terminó de quedar claro si todos los pequeños separados pudieron ser reunificados con sus padres. "El hecho es que no es tan simple como usted lo hace parecer o como Joe Biden lo expresó en el debate anoche para localizar a los padres que están en otros países", puntualizó Murtaugh, para quien se trata de "una situación lamentable".

El portavoz del DHS, Chase Jennings, publicó un comunicado en su cuenta de Twitter, en el defendía que esa agencia "ha adoptado todos los pasos para facilitar la reagrupación de esas familias donde los padres querían que tal reunificación ocurriera".

"El hecho simple es este: después de que se contactara con los padres para reunirlos con sus hijos, muchos padres han rehusado", agregó el portavoz, quien resaltó que "el resultado es que los niños permanecen en Estados Unidos mientras sus padres continúan en sus países de origen".