La aviación turca ha destruido parte del templo hitita de Ain Dara, situado al sur del cantón kurdosirio de Afrín, según denunció ayer el Observatorio Sirio de Los Derechos Humanos (OSDH). La organización, con sede en Londres pero con informantes repartidos por toda Siria, ha publicado varias imágenes en sus redes sociales en las que se ve el sitio histórico -con 3.000 años de edad y descubierto a mediados del siglo pasado- con graves daños estructurales y varias figuras derribadas.

El templo fue creado por el Imperio Hitita, una civilización que pobló la península de Anatolia -que conforma la actual Turquía- y las costas mediterráneas de Siria, Líbano e Israel. Su imperio, creen los historiadores, se derrumbó en el año 1200 antes de Cristo. A los hititas, de hecho, se les atribuye el ser de los primeros en usar el hierro en Oriente Próximo para elaborar armas y objetos de lujo.

Las milicias de las YPG (Unidades de Protección Popular kurdas), que controlan la región de Afrín, donde se encuentra Ain Dara, denunciaron este bombardeo el pasado sábado, pero la información no fue confirmada hasta el domingo, cuando el supuesto ataque turco fue documentado por el OSDH.

Ayer, Turquía aún no se había pronunciado sobre estas acusaciones. Desde hace diez días, Ankara está llevando a cabo la operación militar Rama de olivo en Afrín, de donde quiere expulsar a las milicias de las YPG, aliadas de EEUU en Siria. El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan tilda a este grupo de terrorista por sus vínculos con la guerrilla kurdoturca del PKK, que desde los años 80 libra un conflicto con Ankara que ha costado la vida a varias decenas de miles de personas.

HISTORIA CONOCIDA

Aunque en esta ocasión las circunstancias sean distintas, esta no es la primera vez en que se destruyen sitios arqueológicos en Siria. El responsable de los anteriores casos fue el Estado Islámico: los miembros de este grupo dañaron varias esculturas y dinamitaron -mientras lo grababan en vídeo- la antigua ciudad de Palmira. Sus ruinas grecorromanas están declaradas por la Unesco como Patrimonio Monumental de la Humanidad. Pero no solo lo hicieron en Palmira. También atacaron el Museo Arqueológico de Mosul, en Irak, así como varias iglesias, templos mesopotámicos y un larguísimo etcétera.

Mientras tanto, los combates entre las fuerzas turcas, sus aliados del Ejército Libre de Siria (ELS) y las milicias kurdosirias de las YPG continúan. La ofensiva avanza más lenta de lo que en un principio esperaba Turquía. En estos diez días, según el Observatorio Sirio, han muerto 55 civiles -51 de ellos dentro del cantón de Afrín a causa de los bombardeos turcos y cuatro en Turquía, por ataques con morteros realizados por las YPG- y casi 150 soldados del ELS, las YPG y turcos.

Pese a las bajas, la operación sigue en marcha. El presidente turco ya ha proclamado que después de Afrín, Turquía irá contra la ciudad kurda de Manbij: «Que los estadounidenses se vayan retirando».