España, a través del Ministerio de Cultura y de la Embajada en Washington, ha expresado su malestar y protesta ante EEUU por los ataques perpetrados en las últimas horas en California contra las estatuas del escritor Miguel de Cervantes y del misionero fray Junípero Serra. La estatua del misionero español ha sido derribada y la del autor de 'El Quijote' pintada con la palabra "bastardo" en la ciudad de San Francisco, en medio de la ola de protestas raciales que vive el país tras el asesinato del afroamericano George Floyd.

Un grupo de unas 100 personas echaron el viernes abajo la figura de Serra y otras estatuas consideradas racistas ubicadas en el famoso Parque Golden Gate. Un vídeo publicado en Twitter muestra al grupo usando una correa para derribar la estatua, que tenía 113 años de antigüedad.

Serra, fundador de nueve misiones españolas en California a finales del siglo XVIII, fue recientemente canonizado por el papa Francisco y cuenta con numerosas estatuas en todo el estado así como una escultura en el Capitolio estadounidense. Poco antes de los ataques a las estatuas de Serra y Cervantes, las autoridades de San Francisco habían tomado la precaución de retirar una estatua de Cristóbal Colón. El navegante ha sido objeto de las iras de los manifestantes en diversas ciudades de EEUU.

URIBES CONDENA EL "REVISIONISMO PUERIL"

El ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, ha condenado los ataques, que ha enmarcado en un "revisionismo pueril". "Lamento y condeno este revisionismo pueril, simplificador y dogmático. Pena. Mucha pena", ha señalado Uribes en un tuit.

"Lamentamos profundamente el derribo de la estatua de Fray Junípero Serra en San Francisco y queremos recordar su gran labor en favor de las comunidades indígenas. Lamentamos asimismo los daños causados al busto de Miguel de Cervantes, él mismo esclavo durante 5 años en Argel, y cuya obra es un canto a la libertad y a la igualdad", ha señalado la Embajada de España en EEUU en un comunicado.

La embajada en Washington ha afirmado que proseguirá con la defensa del legado español, "prioridad de nuestra política exterior en Estados Unidos, continuando e intensificando nuestra labor didáctica para que se conozca mejor la realidad de nuestra historia compartida".

La legación precisa que esta defensa la llevará a cabo por medio del envío de cartas y de los contactos con autoridades federales, estatales y locales. El objetivo de estas acciones será "mostrar nuestra gran preocupación ante estos ataques" y también "pedir que se proteja la memoria de nuestra rica historia común, tal y como estamos haciendo en estos momentos. Todo ello siempre desde el respeto a los profundos debates que se están produciendo actualmente".

El centro de estudios The Hispanic Council, que promueve las relaciones entre EEUU y España, también se ha referido a la vandalización de la estatua de Serra y ha señalado que "este ataque a su figura carece de rigor histórico". "Es también un ataque al legado hispano de EEUU y de California, que se debe cuidar y respetar, como el propio Junípero enseñó en su tiempo de dedicación y servicio a la población nativa", han apuntado.

SERRA, CUESTIONADO POR LOS NATIVOS

Fray Junípero Serra, conocido como el evangelizador de California en el siglo XVIII al fundar las nueve primeras misiones del estado, se convirtió en el primer santo hispano en Estados Unidos. El sacerdote nació en Mallorca el 24 de noviembre de 1713 y llegó a territorio californiano en julio de 1769, donde comenzó su misión evangelizadora desempeñando un papel importante en la fundación de la California moderna.

Sin embargo, el legado de Serra ha estado en el ojo del huracán desde hace décadas ya que nativos americanos lo culpan por la destrucción de su cultura, y de infligir brutales castigos a los indígenas que trataron de escapar a su evangelización. Alan Salazar, miembro de la misión indígena de Fernandeño Tataviam, afirmaba: "El padre Serra destruyó muchas tribus, su cultura. Nos esclavizó y nos degradó como seres humanos, señaló Salazar.

En una declaración conjunta, el alcalde de Ventura, Matt LaVere, y el padre Tom Elewaut de la Mission San Buenaventura y Tumamait-Stenslie han afirmado que están de acuerdo en que la estatua debe ser retirada de la propiedad pública. "Hemos escuchado los llamadas de los miembros de la comunidad y creemos que ha llegado el momento de que la estatua sea retirada y trasladada a un lugar no público y más apropiado", dice el comunicado de las autoridades que resaltaron su deseo de evitar los actos vandálicos.