El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, el antiguo KGB) confirmó ayer los peores temores. Los dos siniestros aéreos simultáneos que acabaron con la vida de 89 personas el miércoles por la noche fueron atentados y no accidentes. En el aparato Tu-154, el FSB descubrió restos de un explosivo llamado hexógeno; y en el Tu-134, el Ministerio de Emergencias de la región de Tula aseguró a la agencia France Presse que había hallado material inflamable adherido al cuerpo de una pasajera.

Tanto en un caso como en el otro, las pruebas apuntan a la pista chechena: los terroristas independentistas de esa región caucásica han utilizado ese material en varios atentados y la pasajera en cuestión es Amanta Nagayeva, que vivía en la capital de Chechenia, Grozni. Una pierna de Nagayeva apareció en los lavabos del aparato y las otras partes de su cuerpo fueron halladas a 2.500 metros de donde cayó el avión. Además, el FSB encontró en el otro aparato, el Tu-154, a otra viajera con apellidos chechenos, una tal S. Dzheirjanova.

En los últimos diez años, los rebeldes chechenos han cometido espectaculares ataques para lograr la independencia de Moscú y hace unas semanas amenazaron con nuevos atentados antes de las presidenciales del domingo. Los independentistas moderados aseguraron en su web (www.chechenpress.com) que ellos no tenían nada que ver con los ataques perpetrados.

EL ANTECEDENTE DEL DUBROVKA Estas mujeres de apellidos chechenos que viajaban en los dos aviones pueden ser dos de las llamadas viudas de la muerte , mujeres que han perdido a sus maridos a manos de soldados rusos y que dan su vida en venganza. El mundo vio por primera vez a estas mujeres en octubre del 2002, cuando un comando tomó el Teatro Dubrovka de Moscú. De los 41 integrantes del grupo, 19 eran mujeres armadas con cinturones de explosivos. El último gran ataque de estas kamikazes se produjo el pasado mes de febrero. Una mujer hizo explotar en el metro de Moscú, en hora punta, los cinco kilos de explosivos que llevaba en una maleta. Murieron más de 40 personas.

A las informaciones del FSB se sumaron ayer las declaraciones de un controlador aéreo de la zona donde desapareció de los radares el Tu-154. El técnico aseguró que la aeronave fue "capturada por terroristas". Según esta fuente, "en tierra se activó tres veces el sistema de alarma de secuestro de la aeronave" y después se perdió todo rastro del avión en la pantallas de control.

REIVINDICACION EN INTERNET El FSB se negó a comentar la reivindicación que las llamadas Brigadas Islambuli hicieron ayer en una web. Este grupo, que ya se atribuyó varios ataques en Pakistán, asumió la responsabilidad de los dos atentados y dijo que cinco de sus hombres iban en cada aparato. "La muerte de musulmanes por parte de Rusia proseguirá y no se parará sin que haya una guerra que haga correr la sangre rusa", afirmaron las Brigadas Islambuli en el comunicado.

Este grupo toma el nombre de Jaled al Islambuli, autor del asesinato, en 1981, de Anuar al Sadat, presidente de Egipto. Islambuli y otros cuatro de los 23 acusados fueron ejecutados. Este terrorista fue miembro del grupo integrista egipcio Al Yihad, que se integró en Al Qaeda en los años 90.

LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD Si la pista chechena se confirma oficialmente, la principal pregunta que han de responder las autoridades es cómo pudieron entrar los explosivos en los aviones. Ayer, el ministro de Transportes ruso, Igor Levitine, quiso adelantarse y reveló el contenido de un informe del servicio federal de supervisión, con fecha del 25 de mayo, que revela "varios fallos" en los sistemas de seguridad del aeropuerto Domodedovo, de donde partieron los dos aparatos.