Su presencia no se ha debilitado a pesar de los ataques militares en contra de sus principales bastiones ni con el recuento de las derrotas importantes en Siria e Irak, el Estado Islámico (EI) sigue siendo una gran amenaza por su capacidad para adaptarse a un nuevo tipo de terrorismo y atacar en todo el mundo, advirtieron la ONU y varias potencias internacionales.

Según la ONU, la comunidad internacional "debe renovar sus esfuerzos para contrarrestar de forma efectiva la amenaza rápidamente cambiante y trasnacional del EI". Esto debido a que "la evolución del EI de una estructura que trataba de emular a un Estado a una red encubierta plantea nuevos desafíos", aseguró Vladímir Voronkov, el jefe antiterrorista de Naciones Unidas.

Voronkov presentó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el último informe de la organización sobre la amenaza yihadista, que incluye también las actividades de Al Qaeda. Pero de acuerdo a este documento, la ofensiva internacional contra el grupo en Irak y en Siria, donde llegó a controlar grandes áreas de territorio, ha forzado al grupo terrorista a convertirse en una estructura encubierta más parecida a la de organizaciones como Al Qaeda.

Aunque esta nueva situación le ha restado importantes recursos, el EI sigue contando con dinero y es capaz de moverlo a distintos países para financiar sus acciones, asegura Naciones Unidas, ya que el grupo ha logrado expandir su actividad a través de filiales en países como Afganistán, Nigeria, Libia o Somalia.

Es un enemigo que modifica sus estructuras

La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, advirtió que “nuestros enemigos ya no controlan grandes zonas de territorio que se extienden por varios países”, sino más bien “están escondidos en las sombras o en lugares en los que los Gobiernos los esconden o miran para otro lado".

Y según explicó Haley en el debate celebrado en el Consejo de Seguridad, "la lección es que el EI es un enemigo que se adapta y va a buscar los espacios sin gobierno del mundo. Debemos negar al EI zonas seguras".

Además agregó que "esta batalla no se ha terminado. Sigue habiendo en Irak y Siria un núcleo de combatientes comprometidos", por lo que dijo que el mundo no puede permitir que el EI se reagrupe.

EL EI evoluciona en sus tácticas militares

La sesión estuvo presidida por el ministro de Exteriores británico, Jeremy Hunt, quien destacó la importancia de las victorias militares contra el grupo terrorista, pero insistió en que éste sigue siendo capaz de "movilizar a sus seguidores, cambiar de estrategia y hacer evolucionar su enfoque".

Hunt recalcó que la ONU debe tener un papel clave a la hora de evitar un posible resurgimiento del llamado "califato", pero también para impedir que el EI siga reclutando terroristas. En ese sentido, consideró que el Consejo de Seguridad debe considerar nuevas medidas para contrarrestar el uso de internet con fines propagandísticos por parte de los yihadistas.

El máximo órgano de decisión de Naciones Unidas ha aprobado durante los últimos años varias resoluciones en respuesta a la amenaza del Estado Islámico, sobre todo a raíz del control que el grupo logró en grandes zonas de Irak y Siria.

Según las últimas estimaciones de la ONU, el EI sigue contando con más de 20.000 miembros en esos dos países, muchos de ellos escondidos entre la población local. De hecho, según Naciones Unidas, el EI logró recuperar allí algo de fuerza en la primera mitad de este año, tras las derrotas de 2017.