Estados Unidos desperdició 10 "oportunidades operativas" para desbaratar los preparativos del 11-S, denunciará la comisión independiente del Congreso responsable de investigar los atentados. La comisión hará público hoy el informe definitivo sobre los fallos que permitieron a los terroristas llevar a cabo sus objetivos, pero algunas conclusiones fueron reveladas ayer por el diario estadounidense The Washington Post .

"Estoy ansioso por recibir el informe", declaró el presidente George Bush en la Casa Blanca, sin inmutarse por el hecho de que seis de las oportunidades perdidas se achacan a su gestión; las otras cuatro se produjeron durante el mandato de su antecesor, el demócrata Bill Clinton.

PROYECTO BIOCORAZA Para compensar la falta de atención a las graves amenazas que pendían sobre EEUU antes del 11-S, Bush refuerza ahora las defensas del país cara a un hipotético ataque terrorista. Ayer firmó una ley para promover el desarrollo y la fabricación de antídotos y vacunas contra las armas biológicas y químicas que podrían usarse contra la población.

Al abrigo de esta legislación, el denominado Proyecto Biocoraza contará con 5.600 millones de dólares (4.480 millones de euros) a lo largo de 10 años para fomentar la investigación pública y privada y el desarrollo de tratamientos contra esas armas. "Todos los ciudadanos pueden estar seguros de que estamos mejor preparados para defender a nuestro pueblo gracias a la ley que firmo hoy", aseguró Bush.

Como contraste, en los años que precedieron al 11-S el Gobierno republicano no aprovechó las ocasiones de detectar los movimientos de los terroristas, criticará hoy la comisión que ha investigado los atentados durante 20 meses. Aunque los 10 integrantes de este panel no llegan a sostener que se hubieran podido impedir los ataques, la denuncia de las oportunidades perdidas será un factor más en la reñidísima campaña electoral de este año en EEUU.

CLARO VARAPALO Algunas de esas oportunidades eran difíciles de aprovechar, mientras que otras requerían que las circunstancias ayudaran para poder desbaratar los atentados que se estaban cociendo, matiza la comisión en los 500 folios del informe que presentará hoy. Aún así, el hecho de que se dejasen pasar constituye un claro varapalo al Gobierno de Bush y, en menor medida, al de Clinton.

Según adelantó el Post, citando fuentes con acceso al informe, entre las ocasiones desaprovechadas figura el mal seguimiento que hizo la CIA de la reunión que mantuvieron miembros de Al Qaeda en Malasia en enero del 2000. En ella participaron dos terroristas que perpetrarían después el 11-S, Nauaf Alhazmi y Jalid Almihdhar, pero la Agencia Central de Inteligencia no los colocó en la lista de presuntos terroristas, que prohíbe la entrada en EEUU.

El FBI tampoco supo manejar adecuadamente el arresto de Zacarías Musaui, presunto miembro de Al Qaeda, en agosto del 2001, denuncia la comisión, que también critica el fracaso de los repetidos intentos de capturar al jefe máximo de Al Qaeda, el saudí Osama bin Laden.