Hermandades y fraternidades de la Universidad de Harvard están en pie de guerra contra la última medida de la universidad contra el sexismo.

En 2016, el prestigioso centro limitó con sanciones las actividades sociales fuera del campus instando a participar en grupos sociales mixtos. Lo hizo castigando con la imposibilidad de liderar grupos del campus, ser capitanes en equipos deportivos o incluso optar a prestigiosas becas como Rhodes y Marshall si se pertenecía a organizaciones exclusivas de hombres o mujeres.

Lo que en principio fue un intento de responder a las críticas por los informes sobre acoso sexual en la universidad y "actitudes misóginas" de varios miembros, se ha convertido en un bumerán en forma de demanda por discriminación por sexo. Este lunes, varias fraternidades y hermandades presentaron la demanda en un tribunal federal de Boston.

Liderada por las fraternidades Sigma Alpha Epsilon, Sigma Chi, las hermandades Kappa Kappa Gamma, Kappa Alpha Theta y tres estudiantes anónimos, alegan que estas acciones discriminan por sexo y promueven estereotipos sobre los estudiantes que se unen a organizaciones de hombres o mujeres exclusivamente.

Ellas consideran que se ha limitado un espacio que habían ganado precisamente como respuesta al dominio de los hombres en la universidad.

"El punto de vista de Harvard es que todas las organizaciones formadas por hombres son origen de agresiones sexuales", dice otra parte de la demanda. Irónicamente, los participantes de esta protesta consideran que un estudiante podría unirse al Ku Klux Klan o al partido nazi sin entrar en conflicto con las normas de Harvard.

"Deberían dejar el negocio de decirle a los estudiantes qué hacer en su tiempo fuera del campus", concluyó R. Stanton Jones, uno de los abogados demandantes.