Hace 32 años Huawei no existía. Hoy es un gigante mundial que domina el mercado de las infraestructuras de telecomunicaciones y que es la segunda mayor empresa del mercado de la telefonía móvil, solo superada por Samsung y por delante de Apple. Pero la detención en Canadá de Meng Wanzhou, responsable de finanzas de la firma (y a la postre, hija del fundador de la empresa) ha puesto sobre la mesa, de nuevo, la eterna duda de si China espía ya no a sus ciudadanos, sino a cualquier habitante del planeta.

Las sospechas recuerdan a recelos de épocas pasadas, pero adaptados al siglo XXI: China podría usar su poder como fábrica mundial de componentes electrónicos para espiar a cualquier ciudadano (por orden del Gobierno). Un móvil de marca X, sea americana, europea o surcoreana, contará con una mayoría de componentes de origen chino. Pero no son solo los teléfonos: los datos son transmitidos a través de una infraestructura que, cómo no, está plagada de componentes chinos; la información -internet- se almacena en servidores que pueden estar en cualquier punto del planeta, pero entre sus placas y chips hay presencia china...

El supuesto espionaje no está demostrado con pruebas fehacientes. Lo más cercano es una investigación de Bloomberg publicada este mismo año que afirmaba que hackers chinos (cercanos al Gobierno) habrían logrado infiltrar pequeños chips en decenas de miles de placas base para servidores de la firma Super Micro Computer con las que habrían podido espiar a más de 30 multinacionales como Amazon o Apple. Las empresas afectadas lo negaron, y no han salido a la luz las supuestas placas hackeadas.

PRUEBAS Y CREDIBILIDAD

Sin embargo, Estados Unidos se toma muy en serio la amenaza. En el 2012, Huawei y ZTE (otra empresa china de telecomunicaciones) fueron objeto de una investigación para determinar si podían resultar un peligro para la seguridad del país. El informe del Congreso de EEUU determinó que "Huawei no cooperó por completo con la investigación y no estuvo dispuesta a explicar su relación con el Gobierno chino o con el Partido Comunista Chino, mientras existen pruebas creíbles de que no cumple con las leyes de EEUU". Las sospechas: que ambas ayudan al Gobierno chino a espiar a sus ciudadanos y podrían hacer lo mismo en el resto del mundo.

Desde entonces, EEUU obligó al operador AT&T a romper algunos acuerdos con Huawei, vetó a ZTE en el país -y de hecho casi provoca su quiebra, aunque al final el conflicto se ha resuelto- y en agosto, prohibió al Ejecutivo y a todas las empresas que tratan con instituciones gubernamentales -como las empresas de telecomunicaciones- usar tecnología de Huawei o ZTE. Además, los dirigentes de EEUU, en plena guerra comercial, han hecho campaña en medio mundo para que muchos otros países no usen tecnología china en el despliegue de sus telecomunicaciones y en las infraestructuras críticas.

La acción está surtiendo efecto. Por el momento, han logrado que Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Reino Unido prohiban el uso de tecnología china (mediante decretos o recomendaciones) en el despliegue de las redes por "deficiencias en la seguridad". La prensa de Japón informó este viernes de que también se prohibirá el uso de productos de Huawei en sus infraestructuras, e India ha puesto palos a las ruedas al gigante chino. "¿Tenemos que preocuparnos sobre Huawei y otras compañías chinas? Sí, creo que debemos preocuparnos", dijo también este viernes el vicepresidente de la Comisión Europea Andrus Ansip.

LA LLEGA DEL 5G

Todo ello sucede en un momento clave: en los meses previos al despliegue del 5G, la nueva tecnología de red para móviles que permitirá acelerar las comunicaciones y el desarrollo de las ciudades inteligentes. Huawei es una de las firmas con tecnología más avanzada en este ámbito. "Huawei cumple con todas las leyes y regulaciones aplicables en los países en los que opera", asegura la empresa.

En España, los tres principales operadores (Telefónica, Vodafone y Orange) reconocen trabajar con Huawei, y las dos primeras afirman que tienen planes con la empresa para el despliegue del 5G o pruebas del mismo. De hecho, hace 10 días, coincidiendo con la visita del presidente chino Xi Jinping, uno de los acuerdos que se firmó fue uno de colaboración estratégica sobre 5G entre Telefónica y Huawei.

Huawei es la empresa que más patentes registró en todo el mundo en el 2017 (ZTE fue la segunda). Se trata de una compañía privada, pero Ren, antes de fundar la empresa, trabajó durante dos décadas en el Ejército chino, concretamente en el Instituto de Investigaciones Militares.

Además, de las cinco empresas que más smartphones venden en el mundo, tres son chinas (Huawei, Xiaomi y Oppo). En cuanto a sistemas operativos, el 99,9% de los móviles vendidos este año funcionan con Android o iOS. Ambos sistemas, desarrollados en Estados Unidos.