El Parlamento Europeo no negocia con el Gobierno británico la salida del Reino Unido de la UE. Ese papel le corresponde al negociador jefe de la UE, Michel Barnier, pero su aprobación es crucial y esta institución europea tiene claro que un acuerdo que no incluya una salvaguarda para evitar el regreso de una frontera física a la isla de Irlanda es y será inaceptable. "Queremos un acuerdo pero no puede haber un acuerdo sin la salvaguarda. No habrá acuerdo sin la salvaguarda", ha avisado el presidente de la Eurocámara, David Sassoli.

El socialdemócrata italiano -y los presidentes de los grupos políticos- se han reunido este jueves con el negociador europeo para hacer balance de una situación que, pese a las dos reuniones semanales que su equipo mantiene con el equipo británico, sigue estancada y sin propuestas británicas sobre la mesa. "Desgraciadamente las señales que recibimos no muestran ninguna iniciativa que permitía relanzar el debate y lo lamentamos", ha asegurado. "El Reino Unido no ha propuesto hasta ahora ninguna solución que sea creíble desde el plano jurídico y operativo", ha afeado Sassoli.

Ante esta parálisis, cinco grupos -PPE, Socialdemócratas, Liberales, Verdes e Izquierda Unitaria- han pactado una resolución que someterán a votación en el pleno de la próxima semana en la que vuelven a cerrar filas con el acuerdo de divorcio aunque se muestran abiertos a aplicar la salvaguarda solo a Irlanda del norte, tal y como propuso la UE en un principio, y no al conjunto del Reino Unido como propuso Theresa May y aceptaron los 27. El temor del actual primer ministro, Boris Johnson, es que esa salvaguarda ('backstop' en inglés), que se aplicaría tras el período transitorio previsto en el acuerdo si no se ha llegado a otra solución, atrape permanentemente al Reino Unido en la unión aduanera.

La Eurocámara recordará a Londres que en caso de que haya salida sin acuerdo el 31 de octubre, el Gobierno británico deberán honrar todos sus compromisos en materia financiera o de derechos de los ciudadanos porque de lo contrario no darán su aval a ningún acuerdo comercial futuro entre la UE y el Reino Unido.

En cuanto a la posibilidad de una tercera prórroga, la Eurocámara, al igual que muchos estados miembros, se muestra dispuesta a apoyarla pero siempre y cuando esté justificada y la extensión sea para evitar un divorcio caótico, celebrar elecciones generales, un referéndum o revocar el artículo 50 del Tratado que activó el proceso de salida.