El borrador de informe del Parlamento Europeo que constata la existencia en Hungría de un riesgo claro de violación grave de los valores europeos y una amenaza sistémica es, a juicio del gobierno húngaro, un cúmulo de errores factuales y mentiras, un intento desesperado de los eurodiputados de izquierda y los liberales, que esconde motivaciones políticas y una caza de brujas muy peligrosa.

A veinticuatro horas de su debate en el pleno de Estrasburgo y su posterior voto que tendrá lugar el miércoles a mediodía, el portavoz del primer ministro, Viktor Orban, ha cargado con dureza contra el documento que recomienda a los 28 activar el botón nuclear recogido en el artículo 7 del Tratado para castigar a Hungría por su deriva autoritaria. Se trata de un instrumento jamás utilizado en la UE, de difícil aplicación, pero que puede terminar con la retirada del derecho de voto de un Estado miembro de constatarse la violación grave de los valores comunes recogidos en el Tratado.

La propuesta de resolución, más un extenso anexo con ejemplos concretos, apunta a la existencia de aspectos preocupantes en relación al funcionamiento del sistema constitucional y electoral en Hungría, la independencia del poder judicial y los derechos de los jueces, la protección de datos y de la intimidad, la libertad de expresión, de asociación, religión o de igualdad de trato entre otros.

La mayoría de las cuestiones incluidas en el informe ya han sido cerradas. El informe no solo incluye errores factuales sino también mentiras e intenta poner sobre la mesa cuestiones que ya han sido discutidas y de las cuales muchas han sido cerradas, ha contraatacado este lunes en Bruselas el portavoz del gobierno, Zoltán Kovács, que ha achacado la propuesta de la Eurocámara a la postura del Ejecutivo húngaro sobre la inmigración ilegal. Es un intento desesperado de los grupos políticos pro-inmigrantes de juzgar a Hungría, ha afeado.

PARA BUDAPEST, "UN JUICIO POLÍTICO"

En definitiva, Budapest ve el ejercicio como un juicio político de la Eurocámara contra un Estado soberano. Qué sentido tiene tener un debate legal con las instituciones si cuando se cierra el caso se reabre por el Parlamento? Es un poco preocupante porque significa que el diálogo político y legal no valen nada. Nosotros tenemos un mandato de los húngaros. Lo hemos tenido durante las tres últimas legislaturas y no representamos a una minoría. El informe Sargentini es un insulto para los húngaros, ha reprochado.

Orban, cuyo partido Fidesz integra las filas del PPE en la Eurocámara, lleva semanas hablando con el resto de delegaciones para evitar la activación del procedimiento que, para ser aprobado, requiere de dos tercios de los eurodiputados. Aunque las posibilidades de que termine en castigo son pocas, existe preocupación en Budapest que han contraatacado remitiendo un informe de 150 páginas. Además, el primer ministro acudirá en persona a defender a su gobierno.

Si le retiran su apoyo abandonará Fidesz el grupo PPE, que afronta dividido el debate? No hay intención de abandonar el PPE, ha zanjado este lunes su portavoz. Todo el mundo parece decir que para resolver un problema tenemos que salir de la UE. Es una tontería. Pertenecemos a Europa, siempre lo hemos hecho y eso vale para el EPP. Pertenecemos al PPE y al contrario de lo que a muchos les gustaría ver, tomaremos el otro camino que es demostrar al PPE que nuestra estrategia y perspectiva es algo que puede ayudar al PPE seguir siendo la comunidad o grupo político más fuerte en el Parlamento Europeo, ha avisado Kovács.