El arsenal de medidas económicas aprobado la semana pasada por el Eurogrupo -una red de seguridad de préstamos y garantías de más de medio billón de euros-, y que los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE ratificarán en la cumbre convocada este jueves, no basta. Hay consenso en que la Unión Europea necesita un nuevo fondo de recuperación para reactivar la economía europea, una vez que lo peor de la pandemia y las restricciones impuestas a la economía queden atrás, pero el volumen del dinero necesario, de dónde saldrá, cómo se distribuirá y durante cuánto tiempo estará vigente son cuestiones que generan división de opiniones entre los Veintisiete, y especialmente entre los países del norte y el sur.

No creo que en la próxima reunión se encuentre una solución definitiva pero haré todo lo posible para asegurar que se expresa un camino político claro en la única dirección razonable posible, ha dicho este martes el primer ministro italiano, Giussepe Conte, ante el Senado de su país. Al igual que España, el Ejecutivo italiano también aspira a crear un fondo de recuperación potente, con una capacidad de fuego de entre 1 y 1,5 billones de euros, aunque su apuesta no pasa solo por transferencias, tal y como plantea el Gobierno de Pedro Sánchez, sino también préstamos reembolsables a largo plazo.

Todas estas ideas estarán sobre la mesa este jueves en el cuarto Consejo Europeo que celebrarán virtualmente los 27 líderes de la UE desde que estallara la pandemia y que arrancará a las tres de la tarde. La gran negociación, no obstante, arrancará una vez que la Comisión Europea presente su propuesta, previsiblemente el próximo 29 de abril, en el marco del nuevo marco presupuestario de la UE para el período 2021-2027, que según la presidenta Ursula von der Leyen debe ser la "nave nodriza" del nuevo fondo.

CHARLES MICHEL METE PRISA

Mi sugerencia es que acordemos trabajar hacia el establecimiento de este fondo lo antes posible. Debe ser de la suficiente magnitud, dirigido a los sectores y zonas geográficas de Europa más afectadas, y estar dedicado a afrontar los costes sin precedentes de las crisis, ha indicado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la carta de invitación a los líderes remitida martes y a la que acompaña una hoja de ruta sin cifras concretas. Es crucial que discutamos todas las cuestiones de forma abierta entre nosotros y avancemos de forma urgente para lograr progresos, ha urgido. Fuentes diplomáticas reconocen que la negociación será extremadamente compleja y que sería un éxito si los líderes europeos lograran cerrar un acuerdo para el mes de junio.

También el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, ha recordado ante el Parlamento Europeo que es necesario buscar una acuerdo en las próximas semanas. El portugués ha defendido un fondo de recuperación con dinero fresco, que permita una ejecución rápida, que apoye a los países más afectados por la crisis, que evite su sobre endeudamiento y que les permita distribuir los costes en el tiempo. Se han hecho propuestas interesantes pero tenemos que ser menos viscerales y actuar con la cabeza fría, ha reclamado urgiendo a los gobiernos a abandonar las líneas rojas y buscar una solución común que evite la fragmentación del mercado interior como ocurrió en la crisis de 2008.