El ministro del Interior, Christophe Castaner, se comprometió este miércoles a desmantelar de aquí a finales de año los campamentos insalubres en los que malviven miles de migrantes en el noreste de París y no habían pasado 24 horas desde el anuncio cuando la policía empezaba a evacuar a los acampados en la puerta de la Chapelle y en Saint Denis, cerca del periférico, la vía de circunvalación de la capital francesa.

La operación, en la que han participado unos 600 policías, comenzó sobre las 6 de la mañana en presencia de numerosos voluntarios de diferentes asociaciones y se ha desarrollado en calma. Una hora más tarde llegaban a la zona los primeros autobuses para trasladar a los refugiados a gimnasios y centros de acogida de la región parisina.

Se trata de la operación de desalojo número 59 desde el 2015 y según el prefecto de policía de París, Didier Lallement, han sido evacuadas un total de 1060 personas. Entre ellas numerosos afganos, subsaharianos y familias con niños. No puedo permitir una situación de peligro de este tipo, no solamente para la gente que se instala en los arcenes sino también para los automovilistas, ha justificado Lallement.

El prefecto ha anunciado que, a partir de ahora, habrá una presencia policial permanente en el sector de la puerta de la Chapelle para impedir que vuelvan a instalarse las tiendas de campaña. Una circular prohibirá los estacionamientos en la zona y Lallement ha desaconsejado a los migrantes volver al lugar. Una forma apenas velada de advertirles que si están en situación irregular se arriesgan a una expulsión.

PELIGROSO E INDIGNO

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, presente durante la intervención policial, ha indicado que el consistorio había pedido que no fuera una pura y simple evacuación para enviar a parte de los migrantes a centros de retención administrativa.

La calle no es un lugar para vivir. Es un sitio peligroso e indigno. Y los vecinos no pueden aceptar que el espacio público se convierta en lo que se ha convertido la Puerta de la Chapelle, ha añadido.

El gobierno se ha comprometido a crear 16.000 plazas de alojamiento de aquí al 2020 al tiempo que ha reiterado su firmeza con los migrantes que no tienen permiso de residencia o cuya demanda de asilo ha sido rechazada. Se les comunicará la orden de dejar el territorio francés. Algunos de ellos serán expulsados, ha avisado Castaner.

RIESGO DE EXPULSIÓN

Según ha explicado en France Info Dominique Versini, concejal del Ayuntamiento de París, todos los solicitantes de asilo que se arriesgaban a ser expulsados se han evaporado antes de que llegara la policía a la puerta de la Chapelle. La concejal calcula que se trata de unas 800 personas.

Muchas se han ido porque son dublineses, es decir, solicitantes de asilo pero que han entrado por otro país de la UE y tienen que esperar 18 meses para solicitar el asilo en Francia, ha subrayado.

En las próximas semanas se llevará a cabo una intervención similar en la puerta de Aubervilliers, en la periferia norte de París, donde se han asentado en tiendas de campaña unos 1.700 exiliados cerca de la autovía. Habrá también desalojos en las localidades de Nantes, Calais y Grand Synthe, en la costa atlántica.