Silvio Berlusconi vivió ayer su cuarta huelga general en dos años. Más de un millón de asalariados participaron en más de 50 manifestaciones que se celebraron en todas las capitales italianas para protestar contra la reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno de centroderecha de Silvio Berlusconi, que no contó con el apoyo de ningún otro partido. Coincidiendo con estas protestas, los sindicatos habían convocado una huelga general de cuatro horas, a la que se adhirieron más del 70% de los trabajadores y que en algunos sectores alcanzó el 100%. Los sindicatos de centroderecha también participaron en la protesta.

Las tres principales centrales obreras, que reúnen a más de nueve millones de trabajadores, estaban ayer entusiasmadas por el éxito y, en un comunicado conjunto, definieron la jornada de protesta como "una señal que el Gobierno debería tener bien presente". "Es la respuesta a una situación económica y social que retrata un país parado desde hace 36 meses, debido al más largo estancamiento productivo desde la posguerra", dijo Guiglielmo Epifani, secretario general de la CGIL.

40 AÑOS COTIZADOS La reforma aprobada por el Ejecutivo prevé que para jubilarse se hayan cotizado 40 años y que la edad para retirarse suba a 60 años para las mujeres y a 65 para los hombres. Asimismo, el Gobierno premiará a quienes sigan trabajando después de la edad del retiro y el periodo de contribuciones, ofreciéndoles el sueldo neto, o sea sin retenciones, a parte del IRPF.