Paul Manafort, el exjefe de la campaña electoral del presidente de EE.UU., Donald Trump, compartió datos de los sondeos de la campaña de 2016 con Konstantin Kilimnik, un ruso que el FBI considera vinculado con la inteligencia de Moscú, según un expediente judicial divulgado por medios estadounidenses.

La información se encuentra en un archivo del fiscal especial de la conocida como "trama rusa", Robert Mueller, que no pretendía hacerse público y que indica un camino por el que los rusos podrían haber tenido acceso a los datos de la campaña de Trump.

El documento también apunta que Manafort discutió un posible plan de paz en Ucrania con intervención rusa con Kilimnik, con quien se reunió en varias ocasiones, incluyendo una en Madrid.

El portavoz de Manafort, Jason Maloni, reconoció que ese encuentro en la capital española sucedió entre enero y febrero de 2017, cuando Trump ya era presidente de EE.UU.

Manafort ha sido declarado culpable de ocho delitos de fraude y se espera que en marzo se dicte sentencia sobre otro caso después de que el acusado rompiera supuestamente un acuerdo de culpabilidad firmado con la fiscalía.

Mueller investiga desde mayo de 2017, de manera independiente al Gobierno, los posibles lazos entre miembros de la campaña de Trump y Rusia, a la que las agencias de Inteligencia acusan de interferir en los comicios de 2016, así como un supuesto delito de obstrucción a la justicia del mandatario.

Manafort supuestamente trabajó entre 2006 y 2017 para Gobiernos extranjeros, incluido el Ejecutivo prorruso del ex presidente ucraniano Víktor Yanukóvich (2010-2014) y para oligarcas rusos, a los que ayudó a mejorar su imagen en Washington sin comunicárselo a las autoridades, lo que constituye un delito.