El Tribunal Penal Internacional ha declarado este viernes al 'señor de la guerra' congolés Germain Katanga culpable de complicidad en crímenes de guerra, entre ellos asesinato y pillaje cometidos durante un ataque a un poblado de una región rica en diamantes del Congo, en el 2003, en el que fueron masacrados 200 civiles.

En el veredicto, el segundo emitido por el TPI en sus 11 años de historia, el presidente del tribunal, Bruno Cotte, ha afirmado que sin la asistencia de Katanga, que facilitó las armas de fuego, el ataque no hubiera sido tan sangriento.

"Sin ese suministro de armas... los responsables no hubieran sido capaces de llevar a cabo el ataque con tanta eficiencia", ha señalado Cotte en sus conclusiones del juicio, que ha durado cinco años.

El tribunal ha absuelto a Katanga, sin embargo, de las acusaciones de participación directa en el mortífero ataque, así como de haber utilizado a niños soldado o recurrido a la violación como arma de guerra. El TPI ha ordenado su permanencia en prisión hasta que se dicte la pena de cárcel.

Violencia interétnica

Germain Katanga estaba acusado de haber arrasado por completo el pueblo de Bogoro, en la región de Ituri, en el este de la República Democrática del Congo, azotada por los conflictos interétnicos durante 15 años.

Bajo el apodo de 'Simba' ('El león'), Germain Katanga era el comandante de las Fuerzas de Resistencia Patriótica en Ituri, una milicia armada de las etnias lendu y ngiti, sospechosas de haber participado en masacres de carácter étnico dirigidas contra los hema.

El 24 de febrero del 2003, la milicia a la que pertenecía Katanga sorprendió a los habitantes de Bogoro a primera hora de la mañana. En el ataque robaron, violaron y mataron a numerosas personas. Entre los fallecidos, cerca de 200 personas, solo se logró identificar 60 cadáveres.