Expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) pudieron entrar ayer por fin a la ciudad de Duma, atacada con gas clorín —según la Organización Mundial de la Salud (OMS)— hace dos semanas. En ese ataque, asegura la OMS, murieron unos 80 civiles.

Hace cinco días los expertos de la OPAQ intentaron llevar a cabo el trabajo que hicieron ayer, principalmente la toma de muestras, pero no pudieron por la falta de seguridad en la zona y tuvieron que ser evacuados por registrarse tiroteos dentro de la ciudad.

Los expertos llegaron a Siria hace siete días, pero el régimen de Bashar el Asad y Rusia —el aliado de Damasco— los retuvo en la capital siria. Según EEUU, Francia y el Reino Unido, lo hicieron para dificultar su investigación.

«Es altamente probable que las pruebas y elementos esenciales del ataque químico hayan desaparecido ya del lugar, completamente controlado por los ejércitos ruso y sirio», dijo esta semana el Ministerio de Asuntos Exteriores francés. «Los rusos podrían haber manipulado las pruebas con la intención de frustrar los esfuerzos de la misión de la OPAQ», dijo EEUU.

La OPAQ, que colabora con Naciones Unidas, es la responsable de investigar el uso de agentes químicos —prohibidos según la ley internacional— en todo el mundo. Esta organización ha catalogado que, durante toda la guerra siria, ha habido 33 ataques químicos: 27 de ellos con responsabilidad probada de Asad. La OPAQ explicó ayer que evaluará la situación en la localidad y considerará «los pasos futuros», incluida otra posible visita a Duma para obtener más pruebas. Las muestras recogidas se transportarán al laboratorio de la OPAQ en Rijswijk, cerca de La Haya, donde está la organización, y luego se enviarán para su análisis comparativo a otros laboratorios de la organización, un procedimiento habitual en las investigaciones.