A pesar de las aseveraciones del Kremlin sobre la implicación de Al Qaeda, los funcionarios de seguridad y expertos occidentales afirman que son militantes chechenos nativos los que están desencadenando la ola de atentados en Rusia. Vladimir Putin atribuyó el martes la autoría del derribo simultáneo de dos aviones de pasajeros a un grupo que dice tener lazos con la red de Bin Laden. Esa misma banda --Brigadas de Islambuli--, también se atribuyó el atentado de una kamikaze que mató el martes a 10 personas en una céntrica estación de metro de Moscú.

Una fuente de seguridad europea asegura que esa reivindicación jactanciosa, colocada en una web, no puede ser considerada auténtica. Esta fuente dice que hay pocos indicios recientes de vínculos operativos entre los rebeldes chechenos y Al Qaeda, más allá de que muchos separatistas se entrenasen en el pasado en los campos de Bin Laden en Afganistán.

Mientras, el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de Rusia buscaba ayer a una cuarta integrante del grupo de terroristas suicidas que perpetraron el atentado del martes a la puerta del metro moscovita, que causó 11 muertos, y contra dos aviones, la semana pasada, en el que fallecieron 89 personas. "A Moscú llegaron cuatro terroristas kamikazes, dos de ellas provocaron los atentados en los aviones Tupolev", según fuentes cercanas a la investigación. La tercera podría ser quien detonó el martes la bomba de Moscú.