Pese al clima de extrema violencia que reina en Irak, el Gobierno saliente de José María Aznar no ve motivos para pedir a los ciudadanos españoles que abandonen el país árabe. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores justificó ayer esa posición en que la colonia española en Irak "es muy pequeña" y la integran personas que, ya sea por razones de trabajo o familiares, tienen voluntad de permanecer en el país.

Dijo el portavoz que en estos momentos hay 53 españoles en Irak, de los que una quincena son residentes habituales y están "muy integrados" en la sociedad local. En este grupo hay quienes poseen la doble nacionalidad o han formado matrimonios mixtos con nativos iraquís.

"DE TRABAJO" El resto de la colonia está compuesta por personas que "están ahí de trabajo": empleados de la Autoridad Provisional de la Coalición, funcionarios y empleados de la Embajada de España, y periodistas.

La ministra de Exteriores, Ana Palacio, dijo, en una entrevista en Tele 5, que la realidad iraquí no tiene "en absoluto" los "tintes negros" que muestran los medios de comunicación. Palacio recordó que, durante su último viaje a Irak, hace dos meses, vio grandes extensiones de cultivos bajo plástico y muchos periódicos en los quioscos, algo que, a su juicio, demuestra la mejora de las condiciones de vida de los iraquís.