El presidente interino de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Raui Fatú, declaró ayer que no habrá elecciones el 9 de enero si los palestinos que viven en Jerusalén Este no pueden votar. Esta fue la respuesta al ministro de Exteriores israelí, Silvam Shalom, quien afirmó que Israel ayudará a los 200.000 árabes que viven en Jerusalén a votar siempre y cuando no lo hagan en la ciudad.

Israel, en contra de la mayor parte de la comunidad internacional, incluido EEUU, considera Jerusalén su capital. Por eso, no quiere permitir a los palestinos votar en la ciudad, ya que sería una forma de legitimar sus aspiraciones a que Jerusalén Este sea la capital del Estado palestino.

Una cita electoral que cada vez parece más franca para Mahmud Abbas, el nuevo líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Tras el anuncio de Hamás y la Yihad Islámica de que van a boicotear la votación, el exministro Mohamed Dahlán anunció que no va a presentarse.

En Yenín, Zacharia Zubeidi, líder de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, dio un respaldo condicionado a Abbas. "Lo apoyaré si lo elige Al Fatah y si no cede en nuestras demandas intocables: un Estado con las fronteras anteriores a la guerra de 1967, con capital en Jerusalén, el derecho al retorno de los refugiados y la liberación de prisioneros", dijo en declaraciones al Financial Times .