La Oficina Federal de Investigación (FBI) de EEUU ha retenido durante más de 20 días los documentos requisados a los tres estadounidenses acusados de regir una prisión clandestina en Kabul, donde se torturaba a los prisioneros. Esas 500 páginas, 200 vídeos y 400 fotos deben probar, según uno de los detenidos, Jonathan Idema, que el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, estaba al corriente de sus operaciones. Idema denunció ayer, que no se podía defender por no tener acceso a los documentos que prueban que participaba en una misión bendecida por el Pentágono.

El fiscal Mohamed Naim Dawari admitió que el FBI retuvo los documentos (para su análisis), pero dijo que éstos habían sido devueltos a la justicia afgana, justo antes de la vista. El juicio ha sido aplazado siete días para que la defensa pueda estudiar las pruebas.

Idema, excomando de las fuerzas especiales de EEUU, está acusado de secuestro y tortura de al menos nueve personas junto a Edward Caraballo, Brent Bennett y cuatro ciudadanos afganos.