Este fin de semana (28 y 29 de junio) se celebra en Osaka (Japón) la cumbre anual del G-20 que reúne a los líderes de las principales economías emergentes e industrializadas mundiales, además de a distintos líderes invitados de organizaciones como por ejemplo las Naciones Unidas o el Banco Mundial. España, por ejemplo no ostenta el estatus de "estado miembro", sino de "invitado permanente".

La treintenta de líderes políticos presentes en la cumbre han comenzado sus debates en la mañana de este viernes (madrugada en España), con una primera reunión sobre la economía digital. Antes de comenzar los debates se ha producido la tradicional foto de familia y un breve sesión de bienvenida, por parte del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en su calidad de anfitrión. Abe tenía a su derecha al presidente de EEUU, Donald Trump, y a su izquierda, al de China, Xi Jinping, los dos líderes enfrentados por la guerra comercial y tecnológica.

En el instante en que Pedro Sánchez ha llegado a su sillón para tomar asiento, ha aparecido el presidente de EEUU, Donald Trump, y ambos han estrechado sus manos. Sánchez se ha girado para continuar con algún breve comentario, pero Trump, camino de su sillón, le ha indicado con gesto de broma que se sentara, algo que ha terminado haciendo el presidente español con sonrisa contrariada.