Secuestro con el objetivo de coaccionar a la Unión Europea. Es uno de los dos nuevos supuestos delitos que el jueves añadió la fiscalía de Agrigento (Sicilia) contra Matteo Salvini, ministro de Interior, por haber retenido casi 10 días en alta mar a una nave militar italiana con 177 inmigrantes a bordo.

La retención fue debida a que el ministro presionaba mientras tanto a la UE para repartir a los inmigrados entre varios países. Son medallas, ha respondido el titular de Interior.

Anteriormente, la fiscalía, que ya procedía por secuestro de persona, arresto ilegal y abuso de poder, ha añadido también el de presunta omisión de actos que el ministro debía realizar y no hizo. Entre ellos está que las órdenes de bloquear la nave militar fueron siempre dadas vía Twiter y Facebook y no a través de una orden escrita, como es preceptivo para un gobierno.

Renuncia a la inmunidad

El sumario será enviado este viernes al tribunal de Palermo para que una corte tercera o imparcial, conocida como tribunal de ministros, verifique que las investigaciones de Agrigento han sido correctas. De ser así, los fiscales podrán ultimar el sumario y transmitirlo después al Senado, para que autorice el eventual procesamiento del ministro. Se estima que el procedimiento durará unos 100 días. Renuncio a mi inmunidad, ha anunciado Salvini, aunque la decisión definitiva dependerá de un voto de la Cámara Alta.

El envío del sumario a Palermo se ha retraso, porque el fiscal de Agrigento, Luigi Patronagio, ha pedido a la policia que identifique uno por uno a los 190 inmigrantes (13 fueron desembarcados en la isla de Lampedusa a causa de su estado físico), ya que los considera como víctimas de la actuación del ministro. Tienen derecho a constituirse contra el ministro, ha dicho el fiscal, aunque nadie sabe si estarán por la labor, ya que la mayoría se encuentran en una estructura católica cercana a Roma, atendidos por médicos y psicólogos a causa de las torturas y contínuas violaciones de las que fueron objeto durante su permanencia en Libia.