Las oenegés que operan en el rescate de inmigrantes en el Mediterráneo central no son santo de la devoción de la UE y Frontex, su agencia de control de fronteras. La catalana Proactiva Open Arms, la alemana See Watch y las francesas SOS Mediterranée y Médicos Sin Fronteras, entre otras, son noticia día sí día también por sacar de las aguas, vivos o muertos, a decenas de inmigrantes que salen de las costas de Libia con el objetivo de poner un pie en Europa por Italia. El director de Frontex, Fabrice Leggeri, es de la opinión de que la actuación de las oenegés dan alas a las redes de traficantes que, sabedores de su presencia, cada vez embarcan a más gente en peores condiciones.

Ahora, el debate ha dado paso a una ofensiva judicial. La Fiscalía deCatania ha abierto una investigación por posibles vínculosentre los socorristas y los traficantes que lanzan las barcazas al mar en Libia, informa Rossend Domènech. Fuentes judiciales explican que Frontex ha constatado cómo las oenegés se han multiplicado en la zona en el 2016 y han pasado de rescatar del 5% al 40% de inmigrantes.

Frontex sostiene -según las mismas fuentes- que algunas embarcaciones de los socorristas cruzan señales luminosas entre sus embarcaciones y las playas de Libia de donde salen los refugiados. Otro fleco de la investigación estriba en "la gran disponibilidad financiera" de las oenegés. El fiscal jefe de Catania, Carmelo Zuccaro, ha declarado que pretende "saber quién hay detrás de todas estas organizaciones humanitarias que han proliferado en los últimos años y de dónde viene el dinero y a qué juego están jugando", alertando que no pone en tela de juicio a las organizaciones humanitarias de fama reconocida.

"SOMOS INCÓMODOS"

Las oenegés que operan en la zona tienen su propia explicación a esta ofensiva judicial. "Nos quieren criminalizar porque somos incómodos, incomodamos al sistema y dejamos en evidencia al Frontex y a las instituciones europeas", asegura contundente el director de la oenegé catalana Proactiva Open Arms, Òscar Camps, una de las más presentes en la zona junto aMédicos Sin Fronteras (MSF), que comparte la embarcación deSOS Mediterranée. Camps recuerda que la oenegé que encabeza se dedica a rescatar a personas y el hecho de llevar a bordo, siempre, prensa internacional documenta el fracaso de las políticas en el mar.

"Los periodistas que viajan con nosotros son los que documentan al mundo lo que está sucediendo, cómo mueren personas cada día y cómo el sistema diseñado por Europa es incapaz de evitarlo", argumenta Camps.

El director de Proactiva Open Arms no tiene ningún tipo de duda de que insinuar que las oenegés actúan en connivencia con lostraficantes de personas es "una acusación muy grave que deben demostrar". Camps, sin embargo, no tiene ningún género de dudas de que se trata de acusaciones infundadas orientadas a mermar y manchar la creciente credibilidad de la organización. "Pretenden que la gente dude de nosotros ahora que cada vez somos más conocidos y creamos más tendencia", asegura para matizar: "Piensan: atención con estos de Open Arms que no solo salvan vidas en el mar sino que también tienen capacidad de incidir en tierra".

"UNA RESPUESTA A LA CRISIS"

Médicos Sin Fronteras (MSF), por su parte, considera que la UE y Frontex, la agencia de control de fronteras, fracasan al intentar reducir el número de muertes en el mar así como en poner en marcha un mecanismo de búsqueda y rescate efectivo. "Por eso, MSF y otras organizaciones humanitarias se ven forzadas, en una situación sin precedentes, a evitar la pérdidaS de vidas humanas", asegura la oenegé para añadir: "La acción humanitaria en el mar no es la causa de la crisis, sino una respuesta a la misma".

Para MSF, la política de la UE de endurecer el control de fronteras, incrementando la militarización en el Mediterráneo y persiguiendo a los traficantes de personas, da como resultado más gente muriendo.