Nuevo revés para la defensa de Oscar Pistorius. El forense que hizo la autopsia del cadáver de la novia del velocista, Reeva Steenkamp, ha declarado este lunes, en el juicio contra el atleta por asesinar a su pareja que acoge el Tribunal Superior de Pretoria, que la víctima comió dos horas antes de morir, y no cinco horas antes como sostiene el acusado, y que no estaba orinando cuando fue tiroteada.

En el estómago de Steenkamp se encontraron 200 mililitros de comida parcialmente digerida, compuesta principalmente por verduras y queso, ha precisado el perito Gert Saayman. El especialista ha detallado además que la cantidad ingerida no es la equivalente a un aperitivo o un tentempié, sino a una "comida principal".

Descripción detallada

El forense también ha descrito las heridas que causaron la muerte de la modelo el 14 de febrero del 2014 y lo ha hecho con tal detalle que Pistorius, que se ha pasado gran parte de la vista con la cabeza entre las manos, ha vomitado en varias ocasiones en un cubo azul colocado entre sus pies con ruidosas arcadas que han podido oír todos los presentes en la sala.

El cuerpo presentaba disparos en la cabeza, la cadera, la mano y un brazo realizados con balas del tipo 'Black Talon', un modelo de munición expansiva diseñada para hacer el máximo daño posible al abrirse cuando entran en el cuerpo. Es posible que Steenkamp no muriera inmediatamente, pero las heridas la incapacitaron para cualquier acción voluntaria. También presentaba varios golpes que pudo haberse hecho al caer tras ser tiroteada.

Orina en la vejiga

Saayman ha explicado además que en la vejiga de la joven había la cantidad de orina equivalente a una cucharilla de azúcar. La defensa mantuvo en febrero del año pasado, durante la vista sobre la libertad bajo fianza, que estaba completamente vacía, ya que la víctima había ido al baño a orinar y no para refugiarse de su novio.

La fiscalía acusa al deportista, de 27 años, de matar a Steenkamp, que entonces tenía 29 años, de manera intencionada y pide que sea condenado por asesinato premeditado, un cargo que le costaría la cadena perpetua. Pistorius afirma que tiroteó a su pareja a través de la puerta acristalada del baño al creer que era un intruso.