El Foro Mundial de Derechos Humanos, nacido con la voluntad de crear un espacio real donde debatir acerca de estos derechos a nivel mundial, ha cerrado su segunda edición rodeado de gran controversia debido a su celebración en Marraquech. Organizaciones saharauis y marroquís de defensa de los derechos humanos han denunciado que se haya celebrado este encuentro en un país que “vulnera continuamente los derechos fundamentales”.

Como forma de protesta los 51 presos políticos saharauis actualmente encarcelados en Marruecos, 21 de ellos por participar de las protestas de Gdeim Izik, decidieron iniciar una huelga de hambre de 72 horas para visualizar su situación mientras dure el encuentro del 27 al 29 de noviembre. Así como también en solidaridad con el preso político saharaui Embarek Dandi quien lleva 29 días en huelga de hambre.

Las denuncias de tortura en Marruecos no son nuevas. En su informe de 2013, la asociación Human Rights Watch y el Relator Especial de la ONU sobre Tortura, Juan Méndez, señalaron que “en los casos que involucran la seguridad del Estado, como el terrorismo, la pertenencia a un movimiento islamista o la defensa de la independencia del Sáhara Occidental, existe un patrón de tortura y malos tratos por parte de agentes de la policía durante el proceso de arresto y durante su detención”.

Precisamente de esta situación es de la que consiguió escapar Hassan Aalia, un joven saharaui de 25 años condenado a cadena perpetua por un tribunal militar de Marruecos acusado de rebeldía. Detenido durante el desalojo del campamento de Gdeim Izik, actualmente reside en Bilbao gracias a la ayuda de una ONG prosaharuai.

Hassana, quien no puede volver jamás a su país, el Sahara Occidental ocupado por Marruecos, se muestra contundente y afirma que “la huelga de hambre no es algo nuevo pero es la única manera de luchar dentro de la cárcel” . Y añade que este foro no se puede celebrar “en un país que no respeta, que tortura y maltrata no solo a los saharauis sino también a los propios marroquís”.

Además un total de 8 asociaciones marroquíes de defensa de los derechos humanos también se posicionaron en contra del encuentro, y convocaron el día de su inauguración, el pasado jueves, una manifestación que agrupó cerca de 300 personas alrededor del recinto. Avanzes en los derechos de la mujer, la libertad de expresión, la denuncia de la repressión y la tortura y la falta de libertad de expressión eran algunas de sus demandas.

El Yamani Eddogmi, presidente de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en España defiende el boicot al foro y señala que “el motivo más importante tiene que ver con la situación general de los derechos humanos en Marruecos, que a día de hoy es dramática, sus vulneraciones son sistemáticas y sistémicas". Denuncia también que tanto su organización en general como compañeros en particular han recibido una “persecución brutal.”.

AMDH, la asociación más grande y conocida de derechos humanos en Marruecos, fue invitada a participar del foro, pero estos se negaron a participar en ser marginados en la organización de este. Señalan que “por coherencia no podíamos tolerarlo”. La Liga Marroquí de Defensa de Derechos Humanos (LMDDH), el Grupo Marroquí del Movimiento Antiglobalización (ATTAC) y la Asamblea Mundial Amazigh (AMA) también declinaron la invitación.

Por su parte la organización de CODESA (Comité de Defensa del Derecho a la Autodeterminación del Pueblo Saharaui) presida por Aminatu Haidar, no fue invitada al congreso bajo la argumentación de Marruecos “de que somos un partido político”, denuncia su presidenta.

MAS DE 400 INVITADOS

El Instituto Internacional para la acción NoViolenta, NOVACT, fue la única organización española invitada al encuentro junto a otras 400 organizaciones. Luca Gervasoni, codirector de Novact, declara que comprende el boicot de las ocho asociaciones que se sumaron a la protesta, ya que en tres años Marruecos no ha avanzado nada en materia de derechos humanos, tal y como prometió en la Constitución de 2011.

Baltasar Garzón, José Luis Rodríguez Zapatero o Dris Yazami, presidente del Consejo Nacional de Derechos Humanos, fueron algunas de las personalidades más destacadas que han participado en el foro que empezó este jueves y ha terminado este domingo.

En total 5.000 expertos, 400 organizaciones y 94 países han tomado parte de este encuentro mundial, no exento de controversia. Donde los actos de solidaridad con Palestina, una exposición contra la pena de muerte (aún presente en Marruecos) o un seminario contra la prevención de los crímenes y genocidios contra la humanidad han sido solo algunas de las actividades llevadas a cabo.

La primera edición del Foro se celebró en Brasilea el año pasado, y la siguiente tendrá lugar en Argentina en 2016.