Francia endurecerá la legislación para hacer frente a la violencia que salpica las manifestaciones de los chalecos amarillos y evitar que los radicales que aprovechan las protestas para enfrentarse a las fuerzas del orden, destrozar mobiliario urbano y saquear comercios «tengan la última palabra». El primer ministro francés, Edouard Philippe, anunció ayer en TF1 una nueva ley para sancionar a los alborotadores y a quienes participen en manifestaciones no declaradas. «Si queremos defender la libertad de manifestarse, tenemos que completar nuestro dispositivo legislativo», dijo Philippe.

Algunos sindicatos policiales habían reclamado un fichero de revienta manifestaciones similar al que existe para los hooligans. Sin llegar a hablar de fichero, el Gobierno admitió que el nuevo marco legislativo se inspirará en las medidas adoptadas en el año 2000 contra el hooliganismo.

El pasado sábado, tras una tregua durante las fiestas navideñas, los chalecos amarillos volvieron a las calles y con ellos los disturbios protagonizados por elementos radicales, con o sin chaleco amarillo, a menudo encapuchados y pertrechados con mascarillas.

Una de las escenas que más ha chocado es la del excampeón de boxeo Christophe Dettinger emprendiéndola a derechazos con-