¿Derivas sectarias, mimetismo, ritos satánicos? En las últimas semanas, más de 40 caballos han sido encontrados mutilados, heridos con profundos cortes, o muertos. Un total de 153 investigaciones han sido abiertas en toda Francia para esclarecer la motivación de estos macabros sucesos y encontrar a sus responsables. Ante la falta de indicios, el propio ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha pedido “la movilización general de los franceses” para poner freno a estos “actos innobles”.

El departamento de Cantal fue el escenario del último acto de barbarie de la trágica serie. “El sábado por la noche, la yegua fue encontrada por el padre del propietario. Estaba sola en el prado, acostada. Fue destripada, con una oreja y una ubre cortadas”, relata Agathe Bord, sustituta del fiscal de la República de Aurillac.

Un modus operandi que se repite una y otra vez. Hocicos rasgados, genitales y ojos extirpados, orejas cortadas -principalmente la derecha-, vientres desgarrados…, la lista de lesiones prueba un nivel de crueldad y sadismo inédito. Lejos de tratarse de simples hechos aislados, estas mutilaciones en serie se han convertido en una preocupación que alcanza a las más altas esferas. El pasado 26 de agosto, el Servicio Central de Inteligencia Territorial (SCRT) dedicó un informe confidencial a los casos registrados desde enero del 2020. El documento, revelado por el diario Le Parisien, subraya las estadísticas “sin precedentes” y la extrema violencia de los actos cometidos.

Múltiples hipótesis ante la falta de respuestas

Tras la autopsia de los caballos y yeguas mutilados, la conclusión del servicio de inteligencia no deja lugar a dudas: "El procedimiento utilizado augura un conocimiento particular de los equinos y del uso de un arma blanca de gran tamaño por individuos dotados de cierta fuerza física". Sin embargo, no hay lugar para las certezas cuando se trata de aclarar las macabras motivaciones de los autores. "Cada descubrimiento es más sórdido que el anterior”, dice el informe del SCRT.

Remy Marechal muestra la herida en su caballo Balaclava, en la granja que regenta en Preux-au-Bois /PASCAL ROSSIGNOL (REUTERS)

Ante la falta de respuestas por el momento, las hipótesis se multiplican: desafíos lanzados en las redes sociales, frustración sexual o mórbida, actos de venganza en la comunidad ecuestre, actividades sectarias o, incluso, rituales satánicos. El documento de los servicios de inteligencia tampoco resuelve la cuestión, si bien estima que la divulgación de los hechos en los medios de comunicación podría desencadenar "acciones por mimetismo".

Las investigaciones abiertas hasta ahora -30 de las cuales por "hechos particularmente graves"- se llevan a cabo en la mitad de los departamentos del territorio francés. El ministro del Interior ha instado a los propietarios de equinos a "no tomarse la justicia por su mano". Darmanin teme que "un dueño, movido por el miedo, por la venganza, saque su arma […] o se meta en una pelea con una persona sospechosa de querer atacar a sus caballos".

Un retrato robot, la única pista

Nicolás Demajean, presidente de un refugio ecuestre en el departamento de Yonne, es una de los afectados. A finales del mes de agosto los sollozos de sus animales le despertaron. Cuando fue a ver lo que pasaba vio que dos de sus ponis habían sido golpeados y uno de sus caballos mutilado. Demajean sorprendió a los autores en plena agresión y tras un rifirrafe con uno de ellos, resultó herido en el brazo izquierdo. El retrato robot reconstruido gracias a su testimonio es la única pista que tiene la policía sobre la identidad de los asaltantes.

A raiz del uno de los bocetos, un individuo fue detenido en el departamento Haut-Rhin el pasado 7 de septiembre. Se trata de un hombre de unos 50 años con antecedentes por narcotráfico y sospechoso de haber participado en un antiguo caso de mutilación de animales. Ante la falta de pruebas, fue dejado en libertad sin cargos. La misma situación se dio pocos días después en Normandía. Otra persona sospechosa fue detenida per puestaen libertad por falta de pruebas.

Ante la gravedad de la situación, el Ministerio de Agricultura ha publicado una lista de recomendaciones dirigidas a los propietarios de caballos. "Vigilar diariamente a los animales" o "instalar una pequeña cámara de caza", son algunos de los consejos ministeriales. Medidas que no consiguen calmar los ánimos. Al caer la noche, los dueños de ponis, yeguas y caballos saben que una amenaza, cruel y brutal, planea sobre sus establos, terrenos y prados.