El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, hizo ayer un llamamiento a la "prudencia" al ser preguntado sobre las informaciones que, desde Irak, apuntan a una inminente liberación de los periodistas Christian Chesnot y Georges Malbrunot. Los datos "no son completos", explicó el dirigente.

Horas antes, Phillippe Brett, mediador no oficial, habló con la emisora de radio Europe 1 y aseguró estar con los rehenes. "No puedo deciros más. Estamos a punto de acabar. No puedo comprometer una operación que ya es suficientemente complicada".