La Asamblea Nacional aceptó ayer la petición de la justicia francesa de retirar a Marine Le Pen la inmunidad parlamentaria de la que gozaba en su calidad de diputada, abriendo así la vía para que la líder del Frente Nacional (FN) comparezca ante los tribunales por haber colgado en su cuenta de Twitter tres fotos de ejecuciones del Estado Islámico (EI).

Los hechos se remontan a diciembre del 2015. Furiosa por el paralelismo entre el partido ultraderechista y el Estado Islámico que, a su juicio, realizó el periodista Jean-Jacques Bourdin en BFMTV mientras entrevistaba al experto en yihadismo Gilles Kepel, Le Pen reaccionó en la red social volcando, entre otras, la imagen de la decapitación del periodista norteamericano James Foley a manos del EI.

Además de una ola de indignación, la actuación de Le Pen provocó que la fiscalía de Nanterre abriera una investigación por «difusión de imágenes violentas». La presidenta del Frente Nacional se vio asimismo obligada a retirar el tuit de Foley a petición de la familia de este. La decisión de levantar la inmunidad parlamentaria de Le Pen fue adoptada por la mesa de la Asamblea Nacional, la principal instancia colegiada de la Cámara baja francesa, formada por 22 diputados.

La Asamblea no se pronuncia sobre el fondo del litigio sino sobre una petición judicial que considera «seria, leal y sincera».