El papa Francisco trasladó ayer en su papamóvil, en un recorrido por la plaza de San Pedro del Vaticano previo a la audiencia general, a ocho niños refugiados que llegaron a Italia en barco o a través de los corredores humanitarios organizados por Naciones Unidas para aliviar el tránsito de los flujos migratorios desde el norte de África, a los que el ministro del Interior, el ultra Matteo Salvini, ha cerrado los puertos italianos.

Durante el tradicional recorrido en el vehículo papal por la plaza de San Pedro para saludar a los fieles, Francisco invita en algunas ocasiones a algunos grupos de niños a que compartan el trayecto con él. Esta vez el grupo era especial, pues se trataba de niños procedentes de Siria, Nigeria y Congo que llegaron a Italia el pasado 29 de abril desde Libia gracias a la iniciativa pasillos humanitarios de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) .

Con este programa se ha conseguido evacuar a más de 2.500 migrantes vulnerables de Libia. Los otros niños llegaron en un barco a Italia hace ya algunos meses y «han sido acogidos junto con sus familias en el centro de la asociación Mondo Migliore y la cooperativa Auxilium», Al final de la audiencia, el Papa saludó a la delegación de la oenegé Save the Children Italia y a varios centros de acogida en Roma, así como a los «refugiados procedentes de Libia» que se encontraban presentes ayer en la plaza de San Pedro durante la intervención del Pontífice.