Las autoridades electorales del territorio de Primorie, en el Lejano Oriente ruso, a más de 6.000 kilómetros de Moscú, se vieron obligadas a invalidar ayer las elecciones al puesto de gobernador debido a las irregularidades registradas durante el recuento de votos. Los nuevos comicios se celebrarán en un plazo de tres meses, periodo de tiempo en el que las fuerzas progubernamentales deberán encontrar un nuevo candidato ante la evidencia de que el gobernador saliente, Andréi Tarasenko, sería derrotado por el aspirante comunista, Andréi Ishenko en esta importante región del país.

Cuando se llevaba escrutado el 95% de los votos, el izquierdista Ishenko mantenía una sustancial ventaja sobre Tarasenko, el candidato de Putin, de casi seis puntos. Sin embargo, en un esprint que ha suscitado la incredulidad de observadores y periodistas, el aspirante de Rusia Unida se impuso finalmente por algo más de un punto de diferencia cuando finalizó el recuento. Ello significaría que la práctica totalidad de los últimos 15.000 votos escrutados fueron finalmente a parar a Tarasenko.

Los comunistas se oponen a repetir las elecciones. El izquierdista Ishenko ya ha anunciado que acudirá a los tribunales, ya que se considera el verdadero vencedor de la contienda electoral.