El general del Ejército de EEUU que investiga el maltrato a los prisioneros iraquís en la cárcel de Abu Graib por parte de tropas norteamericanas, Antonio Taguba, ha declarado ante la comisión del Congreso que investiga las torturas a presos iraquís que no tiene ninguna prueba de que los soldados tuvieran órdenes directas para llevar a cabo las sevicias. “No he encontrado ninguna prueba de que hubiera una política o una orden directa para que los soldados hicieran lo que han hecho con los detenidos iraquís”, ha manifestado Taguba.“Creo que han seguido su propia voluntad y que han colaborado con interrogadores de los servicios secretos en un nivel subalterno”, ha precisado el general.Falta de disciplinaTaguba ha apuntado la falta de disciplina, de adiestramiento y de mando adecuado los motivos que sentaron las bases para los malos tratos a los presos iraquí. "Unos pocos soldados y civiles conspiraron para abusar y perpetrar actos atroces de violencia contra los detenidos y otros civiles fuera de los límites que marcan el Derecho internacional y la Convención de Ginebra", ha explicado el alto mando.Taguba ha denunciado la existencia de "fallos en el mando, del comandante para abajo" en los maltratos contra los presos retenidos en la prisión de Abu Gharib, en las afueras de Bagdad, y que incluyen abusos sexuales.En su declaración, el general no ha descartado que agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) participaran en los abusos junto a los soldados estadounidenses y personal civil contratado para desarrollar los interrogatorios.Abusos delictivos y sádicosEl documento redactado por el general, que no se limitó a inspeccionar la situación en Abu Gharib, sino que examinó también una serie de prisiones en Irak, denuncia "numerosos incidentes de abusos delictivos, sádicos, flagrantes y gratuitos".El informe elaborado por Taguba revela la existencia de imágenes en las que se muestra a un guardia manteniendo relaciones sexuales con una detenida y a uno de los cautivos mientras es sodomizado con un palo.La declaración de Taguba se produce en medio de un intenso debate en el Pentágono y en todo el Gobierno de EEUU en general acerca de la conveniencia de hacer públicas esas fotos.