El Senado de los Estados Unidos ha confirmado este jueves el nombramiento de Gina Haspel como directora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). De esta manera, Haspel, de dilatada carrera en la inteligencia estadounidense, se convierte en la primera mujer que llega al cargo.

El Senado ha zanjado así el debate en torno a su polémico pasado, en el que resalta su participación en el programa de torturas en interrogatorios de sospechosos de terrorismo tras los atentados del 11-S y en la destrucción de vídeos de esos abusos.

La nueva directora trabajó durante 33 años como agente encubierto y solo en las últimas semanas la CIA ha divulgado el destino de algunas de sus misiones, en un esfuerzo de transparencia por lavar la imagen de la agente y cosechar el apoyo de una mayoría de senadores para su confirmación.