El Gobierno de Tony Blair negoció en secreto con el Sinn Féin 187 cartas destinadas a otros tantos miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA), garantizándoles que no serían detenidos y procesados por los posibles crímenes que hubieran cometido.

Las cartas fueron parte de un pacto con los republicanos para asegurar la firma de los Acuerdos de Paz de Viernes Santo en Irlanda del Norte, que se produjo en abril de 1998. Las fechas exactas del envío de las misivas no se conocen, pero bajo el actual Gobierno que preside el conservador David Cameron se han enviado 38 de esas cartas exculpatorias. La existencia de ese compromiso gubernamental, desconocido hasta ahora, salió a la luz el martes cuando el juez del tribunal londinense de Old Bailey decidió abandonar el proceso contra el antiguo miembro del IRA John Downey, que recibió una de las cartas en el 2007 por un error administrativo.

A pesar de ello, el acusado había sido detenido en mayo del 2013 y estaba siendo juzgado por un atentado cometido en 1982 en el Hyde Park de Londres, en el que murieron cuatro soldados de caballería.

A sus espaldas

Los unionistas aseguran no haber sabido del acuerdo, que se habría hecho a sus espaldas. El ministro principal del Gobierno norirlandés, Peter Robinson, líder del Partido Unionista Democrático (DUP), amenaza con dimitir y abrir una crisis de grandes proporciones, a menos que se autorice una investigación judicial sobre las cartas secretas.

"No estoy dispuesto a que el Gobierno de Su Majestad no me comunique asuntos relevantes para Irlanda del Norte", ha declarado Robinson. "Quiero una investigación judicial para saber quién supo, qué supo y cuándo supo [de las cartas]. Quiero saber quién las ha recibido y qué crímenes se cree que han cometido". Robinson dice sentirse engañado por el Gobierno y asegura que ni él ni su predecesor, Ian Paisley, hubieran aceptado compartir el poder con el Sinn Féin en el 2007 de haber sabido de la existencia de las cartas.

Terrible error

Cameron ha calificado lo ocurrido en el proceso de Downey de "terrible error", pero ha dado a entender que no habrá revisión de la medida, en la que también su Gobierno está involucrado.

El diputado Nigel Dodds, del DUP, ha hablado de "golpe descomunal para la ley en este país". Dodds ha advertido en la Cámara de los Comunes que el caso es muy serio, "no solo en lo que se refiere a la ley y el orden sino también para la estabilidad y continuidad del proceso de devolución de poderes en Irlanda del Norte".